Más de 1.000 personas pueden haber muerto en el devastador terremoto que azotó ayer el estado indio de Gujarat (noroeste), indicó el Gobierno, aunque informaciones no oficiales elevaron a 1.500 el número de víctimas del seísmo, que sacudió todo el país. El temblor, el mayor que ha sufrido el país en los últimos 50 años, tuvo su epicentro en la región de Kutch, una zona desértica en la frontera con Pakistán, y registró una intensidad de 6'9 grados en la escala de Richter, según el observatorio de Nueva Delhi.
El terremoto sorprendió a los ciudadanos hacia las 08'46 hora local (03'16 GMT) y redujo a escombros decenas de edificios de varios pisos de altura. Soldados y voluntarios se unieron inmediatamente a la población civil en las tareas de rescate, pero muchas horas después del temblor cientos de personas seguían atrapadas bajo los escombros. «El número de muertos podría ser superior al millar», declaró el ministro del Interior, Lal Krishna Advani, a su llegada a Ahmedabad, la ciudad más afectada por el temblor, donde ya se había confirmado la muerte de casi 300 personas.
Sin embargo, ayer continuaban sin conocerse con precisión los daños humanos y materiales causados por la tragedia, información dificultada por la ruptura de las líneas telefónicas, el corte de la energía eléctrica y las grietas en caminos y carreteras, que dejaron aislados muchos lugares.
Fuentes oficiales confirmaron también los daños sufridos por un aeropuerto militar y la interrupción durante cuatro horas de la producción petrolífera en los pozos de la explotación estatal ONGC. En Bhuj, una ciudad de 15.000 habitantes muy próxima al epicentro del seísmo y una de las más afectadas junto a Ahmedabad, el 90 por ciento de las casas sufrieron daños, informó el ministro de Asuntos Parlamentarios, Pramod Mahajan. Aviones del Ejército indio con ayuda de emergencia llegaron pocas horas después del seísmo a Bhuj y tres navíos de las Fuerzas Armadas, entre ellas dos fragatas que transportan helicópteros, se encuentran en la zona costera de Gujarat para asistir a los damnificados. Asimismo, equipos médicos han llegado a la zona siniestrada desde los estados vecinos.