Tras las visitas a las Pitiüses del ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y del director general de Costas, José Trigueros, le tocó ayer el turno al presidente del Govern balear, Francesc Antich, para comprobar sobre el terreno los daños provocados por el temporal en Eivissa y Formentera. Durante su periplo por las dos islas, Antich estuvo acompañado por la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa; por el conseller balear d'Interior, Josep Maria Costa, y por Isidor Torres y Antoni Marí, alcaldes de Formentera y Sant Joan, respectivamente.
Tanto en una como en otra isla, el presidente autonómico reafirmó la intención del Govern de ayudar económicamente en la recuperación de las zonas dañadas, además de la decisión de paliar «en lo posible» los destrozos en las industrias de agricultura y pesca.
El presidente recordó tanto a Isidor Torres como a Antoni Marí que el Govern ya ha destinado una partida de 7.900 millones de pesetas que, reconoció, «seguramente no será suficiente para hacer frente a todos los daños», pero que servirá «para acometer las necesidades más urgentes». Pero para que las ayudas sean efectivas, Antich solicitó una mayor coordinación entre todas las instituciones implicadas en la recuperación de las zonas devastadas. En este sentido, el presidente manifestó su esperanza de que cada institución «no conceda ayudas por su parte sin tener en cuenta a las demás» y expresó su malestar por la poca comunicación habida en los últimos días entre el Gobierno y el Govern al respecto de la visita de Matas a las Islas.
Por lo que se refiere a las declaraciones de daños que deben presentar los afectados que quieran optar a las ayudas, el presidente recordó que se han remitido a los ayuntamientos los impresos de autodeclaración para registrar todos los desperfectos y calcular de un modo global y definitivo el coste económico del temporal. El plazo para presentar estas autodeclaraciones finalizará el próximo 20 de diciembre.