Unos sesenta funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de la Comisaría de Eivissa -la tercera parte de la plantilla completa- se concentraron ayer frente a las dependencias policiales para exigir, entre otros puntos, mejoras salariales para el cuerpo. Dicha concentración respondía al llamamiento a nivel nacional realizado por los seis sindicatos del CNP: Sindicato Unificado de Policía (SUP), Asociación Nacional de Policía (ANP), Unión Federal de Policía (UFP), Sindicato Profesional de Policía (SPP), Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU) y Sindicato de Comisarios de Policía (SCP).
Bajo una pancarta con la leyenda «Cuerpo Nacional de Policía. Conflicto colectivo», los funcionarios de la Comisaría de Eivissa secundaron la concentración entre las 14'30 y las 15'00 horas. La lectura del manifiesto elaborado conjuntamente por los seis sindicatos, fue realizada por Manuel Ramonell (UFP), junto a quien se encontraban José Antonio Pacheco (ANP), José Antonio Cardona (SPP) y José Antonio Tamame (SUP). Todos ellos coincidieron en la importancia de una concentración llevada a cabo por primera vez de un modo conjunto por todos los sindicatos del CNP.
En el manifiesto las agrupaciones sindicales reclaman al Gobierno una equiparación salarial con otros cuerpos policiales; regular la jornada laboral y el horario de trabajo en el CNP, y garantizar la existencia de un seguro de responsabilidad civil para los funcionarios, entre otros aspectos. De hecho, el mismo escrito señala que dichos sindicatos «se han visto forzados a presentar declaración de 'conflicto colectivo de trabajo' contra el Ministerio de Interior por la falta de diálogo y negociación que mantienen dicho Ministerio y la Dirección General de Policía».
Los representantes sindicales adscritos a la Comisaría de Eivissa calificaron de «éxito total» la convocatoria de ayer. Igualmente, explicaron que el director general de la Policía, Juan Cotino, «no mostró interés alguno por la situación del cuerpo en Eivissa» durante su reciente visita a la isla. «No tenemos esperanzas de un acuerdo rápido tras las concentraciones -señaló uno de los representantes sindicales- porque la situación es dura y sabemos que no es que no tengamos razones para tomar estas medidas, es que estamos cargados de ellas». «No descartamos hacer lo que haga falta para que se nos escuche», añadió un compañero.