Un incendio forestal que se declaró a primera hora de la mañana de ayer en Sant Joan, en la zona conocida como Can Racó, puso en alerta el dispositivo contraincendios de Eivissa, máxime cuando a esas horas, sobre las ocho, soplaba un fuerte viento sobre la isla. El fuego pudo ser extinguido tras haber calcinado cerca de 2.500 metros cuadrados. Las llamas se propagaron con rapidez y en pocos minutos la extensión arrasada se cifraba en unos mil metros cuadrados, según informaron fuentes del centro de emergencias 112.
Estas mismas fuentes indicaron que durante esos instantes se temió que las llamas alcanzaran una casa que había en las proximidades, aunque ello se evitó después de que los bomberos y el personal de Ibanat que actuó lograran frenar el avance del incendio. Tras ello, también se descartó pedir apoyo aéreo, una opción que también se barajó durante los momentos de mayor peligro. Los bomberos pudieron regresar al Parque pasado el mediodía.