Cuando veían que su víctima había tomado las suficientes copas cerraban una trampa que terminaba con ésta burlada y sin cartera. Así actuaba el grupo que la policía ha desarticulado tras investigar una sucesión de robos en ses Figueretes y que tenían en común el hecho de que las personas que sufrían los delitos eran todas clientes de bares que eran asaltadas al tiempo por varios individuos de origen magrebí. La policía detuvo primero a Sallam Q., natural de Marruecos y de 24 años, y más tarde a Nouraddine B., de 23, como dos de los principales responsables de estos robos.
La banda destinaba a parte de sus miembros a tareas de vigilancia en los bares de la zona. Los posibles 'objetivos' eran sometidos a vigilancia y seguidos por su particular periplo hasta que se consideraban que la víctima elegida había bebido demasiado para ser verdaderamente consciente de lo que le iba a pasar.
Según la investigación policial, iniciada tras presentarse dos denuncias concretas, los ladrones rodeaban estratégicamente a la víctima hasta que dos de ellos se le acercaban y se le ponían en frente distrayéndole y bromeando incluso con ella.
Ese mismo momento era aprovechado por otro de los participantes en la celada para acercarse rápidamente por detrás y birlar la cartera, generalmente situada en la parte posterior del pantalón.
El grupo, una vez burlada la víctima, salía a la carrera pero no sin antes extraer todo el dinero que había en su interior. Tras esto, arrojaban al suelo la billetera. En muchas de las ocasiones conocidas por la policía esto se hacía sin mayores reparos a muy pocos metros de la persona que había sido objeto del robo.