La Policía Local de Eivissa puso ayer en marcha la Unidad Ecológica Móvil, formada por cuatro agentes que, en bicicleta y pantalón corto, se encargan de patrullar por las tres playas del municipio.
La misión de estos cuatro policías, uno de los cuales es de temporada, consiste en evitar robos, impedir la venta ambulante, evitar que los animales penetren en las playas de la capital (ses Figueretes, Talamanca y Platja d'en Bossa) y controlar que los concesionarios de las hamacas no rebasen los límites establecidos no coloquen más tumbonas de las permitidas. Este servicio estará en funcionamiento hasta finales de septiembre. Los policías van armados con pistolas y llevan móvil y talkie.