Veinte meses, nueve días y 17 horas. Este es el tiempo exacto que Titti Lilian Gyllenas, la mujer sueca acusada de matar a su ex marido, el cabo de la Guardia Civil Francisco Orejana García, ha permanecido en prisión. A medianoche de anteayer abandonó la cárcel. Orejana, natural de Segovia y de 31 años, estuvo destinado hace diez años en el puesto de Sant Josep y fue su primer destino en Balears. Estaba separado y tenia dos hijos. Su cadáver fue encontrado en su casa con múltiples golpes.
La mujer apenas podía exteriorizar sus sentimientos cuando abandonaba el centro. Lógicamente estaba contenta, pero aún no había liberado toda la tensión que llevaba acumulada durante la semana que ha durado el juicio. Durante toda la noche pasada la mujer apenas pudo dormir algunos minutos. Se pasó la mayor parte del tiempo hablando por teléfono con su familia. «No puedo explicar lo que siento en estos momentos. Aún no he asimilado la nueva situación porque han sido muchos meses de espera». La cara de la mujer refleja la tensión vivida y dice que en sólo cinco días ha perdido siete kilos. Titti habló ayer para Ultima Hora. No estaba en condiciones físicas ni psíquicas de analizar la situación por la que ha pasado y que le ha supuesto estar privada de libertad durante casi dos años. «Mi cerebro no ha tenido todavía la capacidad de asimilar lo que estoy viviendo ahora mismo. Parece que estoy en una nube». Titti Lilian Gyllenas pasó su primera noche de libertad acompañada por una de sus mejores amigas, que desde el primer día del juicio siguió desde los bancos del público el desarrollo de la vista. «Ya he podido hablar con mis hijos. Me han dicho: Mamá por fin estás en libertad». Aunque no sabe qué le espera en el futuro. Lo que sí tiene muy claro esta mujer es que desea cuanto antes abrazar a sus dos hijos, a los que no ha podido ver desde el día que ingresó en la prisión tras ser detenida por la Guardia Civil.
La mujer tampoco quiere dar nombres concretos de las personas que han provocado que estuviera tanto tiempo en prisión cuando se ha demostrado en el juicio que las pruebas que aportó la acusación para demostrar que ella había matado a su marido. El jurado popular, tras 24 horas de deliberación, por siete votos a favor y dos en contra, llegó a un veredicto de no culpable.