El joven británico que mató a un alemán e hirió gravemente a la esposa de éste en un accidente de tráfico aceptó ayer la condena de un año y once meses de prisión, un mes menos de lo que, en principio, solicitaba la acusación particular. Queda por señalar la indemnización que el británico, o la compañía de seguros, deberá pagar a la familia de la víctima.
Por el momento, el acusado ha avalado 100.000 euros y ha consignado otros tantos. Ayer, el abogado de la familia afectada prefirió mantener en secreto las cantidades que se están negociando con la compañía de seguros. S.G.W.H., que tiene 31 años, pasó tres meses en la prisión de Eivissa, donde fue enviado de forma incondicional por el juez tras el suceso, que ocurrió el pasado 20 de abril. Ese día, a las siete de la mañana, aproximadamente, S.G.W.H., acostumbrado a conducir por la izquierda, chocó con su vehículo contra un todoterreno en el que viajaba el matrimonio alemán formado por Horts Michel, de 67 años y que resultó muerto en el acto, y su esposa, Karin W, que sufrió herida de gravedad. Ambos eran residentes en la isla. Por las lesiones causadas a la mujer, el británico ha sido condenado a 15 días de arresto que se han conmutado por un multa de 360 euros.
Al parecer, una vez que las autoridades llegaron a la zona del accidente, el segundo cinturón de ronda de Eivissa, y realizaron la prueba de la alcoholemia al británico, se comprobó que éste estaba bebido. S.G.W.H. salvó la vida gracias al airbag del vehículo que conducía. Tras pasar tres meses en prisión, S.G.W.H. regresó a su país natal y ayer viajó a la isla acompañado de su madre para responder ante la justicia. Al parecer, tras la comparecencia en los juzgados del acusado después del accidente, el juez decidió enviarlo a prisión porque cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron al lugar del suceso vieron cómo el británico se alejaba a pie del lugar. Sin embargo, según la defensa, el joven no trataba de huir, sino que en realidad estaba muy afectado tras la visión del cadáver del alemán.