Los 2.000 kilogramos de hachís que los agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) interceptaron el pasado domingo dentro de una furgoneta térmica en el puerto de Eivissa llevaban diez días almacenados en la isla a la espera de ser embarcados rumbo a Dènia en el fast ferry «Federico García Lorca».
Poco antes de que el coche embarcara en el ferry rumbo a la ciudad alicantina fue cuando los agentes del SVA, organismo policial perteneciente a la Agencia Tributaria y que se ocupa en exclusiva de asuntos de contrabando, realizaron el registro y consumaron la incautación. En Eivissa detuvieron al encargado del transporte de la mercancía, es decir, a la persona que, supuestamente, iba a embarcar el vehículo con las dos toneladas de droga. El detenido es un joven español que en las últimas horas fue puesto a disposición judicial por los agentes del SVA. Aduanas también detuvo a otra persona en Mallorca, supuestamente un encargado de organizar la operación de contrabando de este gran cargamento de hachís que, según fuentes policiales, llegó a Eivissa en barco desde Marruecos. El detenido en Eivissa es un joven mecánico balear cuyo nombre se corresponde con las iniciales F.C.S. La persona arrestada en Mallorca es un viejo conocido en medios policiales y judiciales.
Ayer, fuentes policiales ibicencas expresaron sus sospechas de que grupos organizados de narcotraficantes estén utilizando la isla como almacén o parada intermedia antes de embarcar la droga -principalmente hachís- hacia la Península, desde donde se distribuiría por territorio español y europeo.
No obstante, también se apuntó la posibilidad de que, en un principio, los contrabandistas tuvieran la intención de transportar la droga directamente desde el norte de Àfrica a la Península y que, a causa de la sospecha de que pudieran estar siendo controlados por las autoridades españolas, cambiaran de planes y se detuvieran en la isla. El mes pasado, el SVA culminó otra importante operación contra el tráfico de hachís en Mallorca. La operación se desarrolló en un chalet de Son Servera y en el puerto de Alcúdia y los agentes del SVA se incautaron de 2.495 kilogramos de hachís. En este trabajo policial también participaron agentes franceses.