-¿Qué le pide la Policía Local a su
Ayuntamiento?
-Cada departamento intenta acercar el ascua a su sardina y yo lo
que pretendo -y siempre he intentado- es contar con más policías,
porque así se puede desarrollar mejor el trabajo. Pero los
presupuestos son los que son y el Ayuntamiento tiene que distribuir
los gastos. Este año ha sido la primera vez que al finalizar el
periodo de trabajo de los seis agentes contratados, el Ayuntamiento
los ha seguido manteniendo y siguen contratados.
-Es decir, que de pedir algo, que sean más
agentes.
-Claro, teniendo material puedes trabajar más a gusto para cubrir
las necesidades, que cada día son más.
-Santa Eulària es el segundo municipio de la isla. Con
una plantilla de 32 agentes, ¿quedan algunas áreas
descuidadas?
-Lo que hay que tener en cuenta son las bajas que suelen
producirse. Suele haber permanentemente de dos a tres bajas.
Después está la típica gripe que también quita un par de días o una
semana. Pero depende de la época. Lo que más se resiente ahora
mismo es el tema de los colegios. Quiero decir que si hay un turno
por la mañana de cinco personas, a veces no podemos atender todos
los colegios para regular el tráfico a la hora de la entrada y la
salida. Así que si no nos ven un día en un colegio, que se sepa que
es por esto.
-En sus 24 años al frente de la Policía Local, ¿cómo ha
cambiado el municipio en general y en el ámbito de la delincuencia
en particular?
-Cuando llegué aquí, en 1976, esto era un paraíso. Una maravilla,
la gente y todo. No es que ahora no lo sea. Lo que sí creo que
ahora es más preocupante, pero sin llegar a la alarma, es el tema
del menudeo, el trapicheo de droga. No estaría de más que otras
fuerzas, otros grupos, se dedicaran un poquito más.
-¿Y los robos en casas?
-Suele haber algún caso, pero yo creo que no es tan preocupante. A
veces lo que pasa es que un grupo viene a Santa Eulària y en una
noche hace varios robos. Muy a tener en cuenta es el tema de las
bandas, sobre todo de personal del Este [de Europa], que vienen muy
preparados.
-Este verano se han producido muchos robos en los
estacionamientos de los supermercados.
-Y no sólo en los párkings, sino también dentro. Las personas
mayores van muy confiadas y esta gente se las sabe todas.
-En los últimos meses los vecinos de Puig den Valls se
quejan por este tipo de problema.
-El problema justo me pilló de vacaciones y no puedo decir mucho,
pero me da la impresión, por lo que hemos visto luego y con todos
mis respetos, de que el problema no es tan grave como se pinta.
¿Que llegan de Eivissa para hacer barrabasadas? En estos temas hay
que estar un poco encima. El problema es que se les echa de un lado
y se van a otro.
-De los municipios más poblados, ¿es éste el más
tranquilo?
-Siempre lo ha sido. Esto es fácil: cuando llegué aquí, sobre el 81
u 82, y no se trata de echar flores a nadie, el alcalde, que era el
mismo de ahora, abordó el tema de los hooligans. Él era partidario
de poner vigilancia sobre el tema e impedir que eso se llegara a
desarrollar aquí. Pienso que esta es la clave, aquí está el origen.
Se optó por esa vía y aquí no se ha metido ese tipo de gamberrismo,
que lleva consigo muchas cosas. Es un lugar tranquilo hasta en
verano y esto es porque aquí no tenemos discotecas.
-Mucha gente de Santa Eulària que utiliza la bicicleta
se queja de que es peligroso y de que no hay ni un metro de carril
bici.
-Tal y como estás las cosas es muy peligroso ir en bici. Sería
fabuloso que hubiera un carril bici, y ya no hablo de aquí a Es
Canar o a Cala Llonga, sino de aquí a Eivissa. Aprovechando las
obras de ahora, se podían hacer carriles para las bicicletas.