La fiscal solicitó ayer una pena de cuatro años y medio de prisión para un conductor de 19 años que en enero de 2005 sufrió un grave accidente de tráfico en el que murió la joven de 17 años Joana Tur Ferrer y él resultó herido grave. Por su parte, la acusación particular pide cuatro años para este joven, A.G.J., que cuando sufrió el accidente tenía 18 años y tan sólo hacía seis meses que tenía el carnet, por lo que no podía sobrepasar los 80 kilómetros por hora. La acusación particular también le pide cien mil euros como indemnización para la familia de la joven fallecida y la retirada del permiso del conducir por un periodo de cinco años, mientras que la fiscal reclama que sea por seis años. Por su parte, la defensa, que reconoce que su cliente cometió un homicidio por imprudencia, pide a la jueza del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, que dejó ayer el caso visto para sentencia, que tenga en cuenta «la responsabilidad compartida» de las seis personas que iban en el coche que conducía A.G.J. cuando se produjo el accidente.
«Hay mucho dolor en esta sala», dijo la abogada defensora en su alegato a la juez, «y no hay que demonizar al acusado ni echarle todas las culpas».
En su argumentación, tanto la fiscal como la acusación particular incidieron en los numerosos agravantes que, a su entender, debería tener en cuenta la jueza para dictar sentencia.