El agente implicado en estos hechos, un veterano de la Policía Local de Eivissa con un expediente «intachable», según diversas fuentes, llevaba tres semanas de baja psicológica a causa de la situación personal derivada de su ruptura matrimonial. Una discusión ocurrida un día antes con su ex pareja precisamente fue la que llevó a todos ellos al juzgado.
El altercado que motivó su detención, de la que informó en su edición de ayer Ultima Hora Ibiza y Formentera, tuvo lugar cuando su ex mujer, su nueva pareja y un testigo, protegidos al parecer por un policía uniformado de la Policía Local, presentaban una denuncia en el juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa por supuestas amenazas de muerte. Durante la comparecencia de estas personas, el agente, que iba de paisano, intentó varias veces recabar la atención de la que había sido su pareja para que hablara con él, situación que finalmente acabó violentamente. Algunas fuentes aseguraron que el policía se hallaba muy «obcecado» por hablar con su ex esposa y que llegó a perder los nervios, llegando a entrar en las dependencias donde se estaba presentando la denuncia. El concejal de Policía, Leopold Llombart, señaló que se estaba la espera de una resolución judicial y de nuevos informes para determinarr si era preciso expeditar al agente, persona que según sus datos no había generado anteriormente ningún problema y sus bajas anteriores se debían a graves problemas de salud.
Llombart aclaró que al policía se le retiró el arma hace tres semanas cuando se supo el estado depresivo por el que atravesaba. El agente fue esposado y llevado a Comisaría al ser reducido tras enzarzarse con un agente del Cuerpo Nacional de Policía. Todo ello después de que también hubieran intervenido para intentar aplacarle un policía local y un miembro del equipo de seguridad de la empresa de vigilancia privada que custodia el Palacio de Justicia.