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El homicida de Santa Eulària llevaba en tratamiento psiquiátrico desde los seis años

La Policía Judicial continúa buscando el arma que empleó el supuesto agresor para apuñalar a la víctima

Los hechos ocurrieron en la madrugada del miércoles enfrente de este establecimiento.

C. CUEVAS
Jesús Díaz Cortés, el joven de 18 años acusado de ser el supuesto responsable de matar a cuchilladas, una de ellas mortal ya que seccionó el corazón de la víctima, a Juan Carlos Marí Varo, llevaba en tratamiento psiquiátrico desde los seis años para atender la esquizofrenia que padecía. Según pudo averiguar este periódico, vecinos del supuesto agresor aseguraron que se trata de un joven violento y conflictivo.

El presunto homicida estuvo ingresado durante varias horas del miércoles en la unidad de psiquiatría del hospital Can Misses mientras le realizaban análisis para determinar si estaba enfermo.

Sin embargo, el mismo miércoles fue dado de alta y las pruebas realizadas constataron que estaba bien. Fuentes médicas aseguraron a este periódico que podía ser que el joven hubiese sido tratado de esquizofrenia aunque ahora se encontrase bien de la enfermedad.

Después de salir del centro hospitalario el presunto homicida fue llevado al puesto de la Guardia Civil de Santa Eulària para que continuara prestando declaración. Durante la tarde fue trasladado a las dependencias policiales de Santa Antoni, donde pasó la noche, presumiblemente a la espera de pasar hoy a disposición del juzgado de Instrucción número 4.

La Policía Judicial de la Guardia Civil continúa con las pesquisas para tratar de esclarecer los motivos del homicidio. Conocidos de ambos jóvenes apuntaron que existían viejas rencillas entre ellos. Tanto el presunto homicida como la víctima se conocían desde hacía años, habían crecido juntos en el mismo barrio y vivían a escasos cien metros el uno del otro. Otras fuentes señalaron a este periódico que el supuesto agresor podía albergar cierto rencor a la víctima puesto que éste, al parecer, le acusó de haber cometido algunos hurtos en la playa de es Canar a unos turistas la pasada Semana Santa.

Otra de las cuestiones que los agentes de la Policía Judicial del Instituto Armado continúan tratando de dirimir es dónde escondió o arrojó el arma con la que asestó las mortales puñaladas el supuesto homicida. A día de ayer todavía no había aparecido la citada arma.

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