J.M.ALONSO / S. PARRA
La historia penal del ex agente de la Guardia Civil Miguel Àngel P.P. aún no toca fondo. Órdenes de búsqueda y captura de varios juzgados españoles pesaban sobre él, una de ellas consecuencia de una condena a tres años de prisión dictada por la Audiencia Provincial en Eivissa por apropiación indebida, informó el Cuerpo Nacional de Policía, pero ahora ha sido detenido, junto a su socio en la última de sus aventuras, por un nuevo asunto: Miguel Àngel P.P. y Antonio S.A. están acusados de «utilizar un conocido portal de la red -eBay- para vender motocicletas y electrodomésticos que nunca llegaban a los compradores». Supuestamente, llegaron a defraudar 200.000 euros.
La Brigada de Investigación Tecnológica, perteneciente a la Comisaría General de Policía Judicial, y el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, en la colaboración con la Interpol, están todavía tratando de localizar a todos los afectados por este presunto fraude y por el momento ya han encontrado a 54, alguno de ellos en Balears.
«Hace unas semanas pujé por una scooter y me dijeron que no había ganado por no mandar la pasta, lo llamé y me di cuenta de quién era: me estafó hace casi cuatro años 3.000 euros con la compra de un coche de Alemania y no ha habido manera de recuperarlos. O sea, antes coches y ahora motos, ¿qué será lo próximo?, ¿helicópteros?, ¿barcos?, ¡vamos, qué país de listos!», escribía en un chat uno de los afectados en Balears, que se refiere a otra de las aventuras del ex guardia civil, concretamente al negocio «Autoluxe», empresa dedicada a la venta de coches de lujo de ocasión de cuyas actuaciones derivó la condena a tres años de prisión por apropiación indebida y la obligación de indemnizar con 50.500 euros a cuatro de los denunciantes. Tras lo ocurrido en Eivissa, Miguel Àngel P.P. se fue a Colombia, de donde es su pareja, y desde allí, junto con Antonio S.A., organizaba las subastas de las motos Kyoto por eBay. Ambos fueron arrestados en el aeropuerto de Barajas, cuando llegaban a España desde Suramérica.
Al emplear internet como medio para realizar las supuestas estafas, conseguían llegar con facilidad a personas de cualquier parte del mundo.
De momento sólo se han detectado víctimas en España, que han presentado la correspondiente denuncia, pero por la información contenida en los listados relativos a los pujadores que pagaron por productos no entregados, se puede concluir que un importante número de estafados eran ciudadanos extranjeros.