GUILLERMO ROMANÍ
Àlex V.C., un niño valenciano de 9 años de edad con síndrome de Down, falleció ayer en Formentera después de que el pequeño, según los primeros indicios, se metiera solo jugando en un monovolumen averiado y su cadáver, sin signos de violencia, fuera encontrado dos horas después en el maletero de dicho vehículo. El menor pasaba unos días de vacaciones con su familia en esta isla después de que ésta hubiera sido invitada por un matrimonio catalán que recientemente adquirió la casa de Venda de sa Punta, en Cala den Baster, donde ocurrió la tragedia.
En el lugar, tras presentarse el juez de paz y antes de que llegara el forense y los agentes de Policía Judicial que se iban a encargar de la investigación, se barajaban como hechos más probables que Àlex hubiera fallecido por un golpe de calor o asfixiado accidentalmente.
Patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil, junto con tres voluntarios de Protección Civil, buscaban desde primera hora de la tarde al pequeño después de que su madre, al volver de la compra y tras haber dejado a los niños a cargo de una cuidadora, se diera cuenta de que faltaba uno de sus tres hijos.
Al parecer fue la propia madre la que, sobre las cinco y media de la tarde, halló el cuerpo del niño tras adivinar que podía haberse metido en un Toyota Corola que había aparcado junto a la casa, vehículo que estaba abierto pero con las ventanillas cerradas. El monovolumen tenía una rueda pinchada y estaba pendiente de reparación.
Las informaciones que llegaron ayer sobre lo sucedido señalaban que los niños salieron a jugar al exterior de la casa y que, presumiblemente durante estos juegos, Àlex se metió en el monovolumen sin que luego puediera salir de él y sin que los otros chicos se percataran de que éste había entrado en el vehículo.
La Dirección General de Emergencias, tras conocerse lo sucedido, activó el protocolo de asistencia a la familia, residente en la capital de la comunidad valenciana, y requirió en la casa un psicólogo de guardia en Formentera para que prestara su apoyo. Un especialista pasó toda la tarde con la familia afectada mientras la Guardia Civil concluía su trabajo y se retiraba el cadáver del pequeño para su trasladado al lugar donde se le efectuará la autopsia.