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Un carpintero náutico, juzgado por asaltar con un cúter a una mujer en el puerto de Vila

El sospechoso, que se juega tres años de cárcel, asegura que él fue el atacado tras una confusión

El supuesto robo con violencia tuvo lugar en este lugar de la avenida de Santa Eulària.

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El acusado, un carpintero náutico que ayer aseguró en su juicio que acababa de salir del trabajo cuando ocurrió todo en la tarde noche del pasado 10 de noviembre, afirmó que su detención se produjo después de que la denunciante se le echara encima para responsabilizarle de la pérdida de un billete de diez euros. Fue entonces cuando una patrulla de la Policía Nacional los sorprendió forcejeando contra una valla de la avenida de Santa Eulària de Vila. En todo momento negó que hubiera sacado un cúter de diez centímetros manchado de pintura que llevaba en el pantalón. «Es una herramienta mía de trabajo pero ni siquiera me acordaba de la llevaba encima», explicó en su juicio.

El juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa conectó para ello con Valencia, lugar desde el que la víctima ratificó su denuncia contra el sospechoso, un hombre para el que el fiscal pidió tres años de prisión por un supuesto robo con intimidación.

«Me estaba siguiendo desde Botafoc. Venía por detrás silbando. Luego me adelantó y me preguntó con burla si había perdido el dinero. No sé cómo lo hizo. Al darme cuenta de que me faltaban los diez euros fui a por él y fue cuando me sacó el cúter», dijo la afectada. Ésta, en otra versión, señaló que se agachó al caer el billete o un papel y que instantes después notó la ausencia del dinero, justo en el momento en el que le sobrepasaba el acusado.

«Le dije si estaba loca. Muy agresiva me echó la culpa de que le faltara el dinero y enseguida me agarró del cuello. Me la quité de encima como pude. Fue en ese momento cuando llegó la policía y me detuvo», manifestó el sospechoso. Todo el dinero requisado lo llevaba el acusado doblado en una funda de móvil. Ninguno de los tres agentes que participaron en la detención del carpintero vieron arma alguna en sus manos. Todos coincidieron en señalar que actuaron cuando vieron a ambos empujándose entre sí y pensaron que podía haber un maltrato. Al acercarse a la mujer, ésta relató que acaba de ser asaltada.

«Nos entregó todo lo que tenía cuando le paramos. Luego encontramos en un cacheo el cúter pero que siempre dijo que no lo había sacado», comentó uno de los policías.

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