Bartomeu M.R., más conocido como Sendic, y su esposa tendrán que comparecer este lunes en el juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa para responder del estado de abandono y maltrato que supuestamente sufrieron durante al menos tres años la jauría de podencos ibicencos que campaban libremente por terrenos de su propiedad, en la zona de es Cubells. Ambos acusados se enfrentan a una condena de un año de prisión después de que el fiscal los haya acusado formalmente de un presunto delito de maltrato animal. La vista oral por este caso cuanta ya con un aplazamiento después de que la defensa lo solicitara para poder presentar unos informes médicos y psiquiátricos.
Según el ministerio público, los sospechosos tenían a su cuidado una manada compuesta por más cien perros. En muchos de ellos, tras la redada que ordenó el juzgado en junio de 2007, se pudieron apreciar no sólo distintas heridas sino también desnutrición y sarna, entre otros males que padecían los animales.
El fiscal también ha solicitado que el matrimonio haga frente a los gastos que se originaron, especialmente por parte del Ayuntamiento de Sant Josep, para poder recuperar a la mayor parte de los podencos.
Tanto el Consell como el Consistorio de este municipio presentaron en su día múltiples denuncias contra los acusados en la que se informaba, junto con la apertura de expedientes administrativos, de las deplorables condiciones en las que se hallaba la manada. El juez que instruía la causa, ante la supuesta desidia de los denunciados, dio amparo judicial en junio de 2007 a la Policía Local y la Guardia Civil, con ayuda de distintas protectoras de animales, a entrar en las propiedades de la pareja para llevar a cabo una redada y poder cumplir con los diferentes requerimientos que se habían efectuado. Sendic fue atrapado un día después, en compañía de una treintena de cans eivissencs, después de que horas antes de la actuación policial se hubiera echado literalmente al monte con la mayoría de los perros después de meterlos en un remolque para luego volver a dejarlos en libertad. El suceso tuvo amplia repercusión en los foros de internet.