Balears reforzará la seguridad a partir de esta semana o de la próxima con la llegada de entre 600 y 700 nuevos agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, lo que supone una cifra similar a la del pasado año, con el fin de evitar que se incremente la delincuencia ante la llegada de millones de turistas durante los meses de verano.
Así lo informó el delegado del Gobierno, Ramón Socías, tras asistir en el Ayuntamiento de Palma a la entrega a título póstumo de la Cruz al Sacrificio en Cumplimiento del Deber con distintivo rojo de la Policía Local al Guardia Civil Carlos Sáenz de Tejada, asesinado por ETA el pasado 30 de julio en la localidad mallorquina de Palmanova, después de que la banda terrorista colocara una bomba lapa en los bajos de su vehículo, que también acabó con la vida del agente de la Benemérita Diego Salvà.
Recorte de gastos
Socías remarcó que pese a que la Administración General del Estado debe recortar los gastos en un 30 por ciento, la política de seguridad «no se resentirá» y, en este sentido, indicó que, en todo caso, vendrán a las islas este verano «dos o tres agentes de la Guardia Civil menos» que el pasado año, mientras que las cifras de efectivos de la Policía Nacional se mantendrán «prácticamente igual».
El delegado manifestó que en Eivissa, ya hace dos semanas que llegó un Módulo de Intervención Rápida (MIR) de la Guardia Civil, por lo que insistió en que «no habrá prácticamente ninguna diferencia respecto a las otras temporadas altas».
Preguntado sobre si se va a reforzar la seguridad de los agentes tras el atentado perpetrado por ETA el pasado año, que segó la vida de dos guardias civiles, Socías apuntó que lo que se debe hacer es «aprender de lo que nos pudimos equivocar» y, en esta línea, recordó que tras la bomba de ETA de Palmanova, los jefes de los cuerpos de seguridad «han modificado toda una serie de hábitos y rutinas que hasta el año pasado se habían relajado al haber estado Baleares fuera del foco principal de amenaza de ETA».
Así, reconoció que hasta el atentado de la banda terrorista, la Policía Nacional y la Guardia Civil «no aplicaba de manera tan estricta» las medidas de seguridad interna, contempladas en el protocolo de actuación contra ETA y que en estos momentos, «se vuelven a aplicar».
Entre estas medidas, destacó la seguridad de los vehículos y, en este sentido, aseveró que prácticamente en todos los municipios donde hay un cuartel de la Guardia Civil han evitado que se aparque en el entorno del mismo, mientras que «siempre que ha sido posible, se ha proporcionado refugio cubierto de seguridad para los vehículos de la Benemérita y donde no ha sido posible, se ha intentado instalar cámaras o cambiar la rutina para que los coches estén siempre controlados».