Carlos Pajares, un joven empresario de 26 años, es el propietario del taller mecánico precintado de forma cautelar durante la mañana del lunes por agentes de la Policía Local, del área de Investigación de la Guardia Civil y por un inspector de trabajo del consistorio.
Se le ha acusado, entre otras cosas, de «carecer de las licencias necesarias para desempeñar su actividad». Sin embargo, Pajares acudió ayer a Ultima Hora alegando que tiene todos sus papeles en regla. «El 1 de septiembre yo firmé un contrato de arrendamiento por cinco años en el que se dice claramente que soy el propietario del local de negocio número 17, sito en la calle Puig Blanc, del polígono Torres Costa de Sant Antoni», explica con los papeles en la mano.
En dicho contrato se asegura que «el destino del local arrendado deberá ser exclusivamente para un taller mecánico». Por ello, Pajares, tal y como asegura enseñando su documentación, invirtió 900.000 euros para que el local cumpliera todos los requisitos y empezara a funcionar a primeros de febrero de este año.