El abogado del apicultor que está acusado de causar en un descuido el gran incendio de Morna de 2011 explicó ayer que se teme la peor de las posibles peticiones fiscales para su cliente, es decir, una pena de prisión que oscilaría entre los siete años y medio y los diez. Desde sus despacho de Madrid, el letrado, Manuel Álvarez, señaló que aún no dispone del escrito de acusación elaborado por el ministerio público, que esta misma semana dio traslado a la Sección Primera de la Audiencia Provincial para que lo incorpore a la causa. Sin embargo, Álvarez teme que su cliente, el apicultor Martín Candioti, se vea acusado por un delito de incendio forestal por imprudencia con los agravantes de peligro para las personas y gran superficie arrasada, lo que se castiga con penas de entre siete años y medio y diez.
La otra opción a la que podría enfrentarse el acusado, señaló el abogado, no contemplaría peligro para las personas. En este caso la petición de pena sería de nueve a doce meses de cárcel. Hay que tener en cuenta que Candioti pasó un año en prisión preventiva, con lo que, si el ministerio público se acogiera a esta última opción, el apicultor, en cualquier caso, ya habría cumplido el castigo. Precisamente por este motivo y porque en un auto judicial de abril del año pasado ya se apuntaba a una pena de cárcel de entre siete años y medio y diez, el abogado de Candioti se teme lo peor.
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También creo que es muy dudoso que este hombre puede ser considerado como la causa del incendio. Hay un montón de fotos que muestran el número de incendios en distintos lugares. Que el fuego tomó tales proporciones con tantos acres quemados, se atribuye con certeza sobre el hecho de que las autoridades no han hecho nada durante décadas para el manejo forestal y que algunas carreteras estaban en tan mal estado que no fueron capaces de soportar el peso de los camiones de bomberos. El apicultor no debe estar el chivo expiatorio/ cabeza de turco para las negligencias de otros . Él ha sido suficientemente castigado por los 12 meses de detención.