M.S., el conductor de 24 años de edad que el pasado día 7 arrolló a una moto en la que iban dos personas, podría sentarse en el banquillo de los acusados para responder por la acusación de homicidio imprudente, un delito que se paga con una pena de entre uno y cuatro años de prisión.
La víctima, S.E.A., un joven marroquí de 19 años de edad, ha permanecido en la UCI de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario desde el día del accidente hasta el pasado día 19, cuando falleció, confirmaron ayer fuentes judiciales.
Tras el accidente, que se produjo en la autovía del aeropuerto, cerca de la rotonda del desvío hacia ses Salines y es Cavallet, la Guardia Civil de Tráfico sometió al conductor del turismo a la prueba del alcohol y dio 0,65 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, y también dio positivo en consumo de cocaína y metanfetaminas, por lo que fue arrestado.
Por su parte, S.E.A., el turista marroquí que viajaba como pasajero en la moto resultó herido grave y fue trasladado por una ambulancia del servicio del 061 a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, donde permaneció internado en la UCI hasta el momento de su fallecimiento. Su compañero, el conductor de la moto, sufrió heridas leves y recibió el alta médica el mismo día de su fallecimiento.
Tras pasar una noche en el calabozo, M.S.. natural de Madrid, fue conducido ante el juzgado de guardia. Tras declarar ante la juez del Juzgado de Instrucción número 3, quedó en libertad provisional. En un principio, se enfrentaba a la presunta comisión de un delito contra la seguridad del tráfico y a otro de lesiones por imprudencia.
Ahora, una vez fallecido el joven marroquí, podría ser acusado por un delito contra la seguridad del tráfico y otro de homicidio por imprudencia.
El Audi R8 que conducía M.A. es un deportivo de gran lujo valorado en unos 140.000 euros, según las distintas prestaciones de los diferentes modelos.