Miguel Navas, extrabajador de la empresa concesionaria que realiza el servicio de las ambulancias para el IB-Salut y el 061, Servicios Sanitarios Generales (SSG), denunció el maltrato por parte del jefe de zona, A.R., que ya tiene dos sentencias condenatorias firmes por sendas faltas de lesiones contra dos empleados y, aún así, sigue trabajando como responsable del servicio de ambulancias en Eivissa con 70 personas a su cargo.
Según describe la sentencia, A.R. pegó una patada a uno de los trabajadores cuando acudió a la sede de la empresa a recoger la baja, pues había sido despedido, y fue increpado por A.R. que le advirtió que no podía estar allí, empezaron a discutir y cuando el trabajador salía por la puerta le propinó una patada por detrás. La otra agresión fue sufrida por otro empleado que al no querer firmar y entregar una notificación de la empresa a A.R., éste, «con la firme intención de arrebatarle el documento como fuera» le agarró fuertemente la muñeca y se la retorció, apunta la sentencia.
A parte de estas condenas por lesiones, los despidos de estos trabajadores fueron declarados improcedentes por el juez. Además, hay otras cinco denuncias laborales interpuestas y una dirigida personalmente contra A.R. por una acusación de acoso laboral, cuya sentencia es condenatoria y está recurrida por el acusado. Según dicha sentencia, en ella el juez no da crédito a que A.R. siga en su cargo porque «ha resultado condenado en dos ocasiones, por los juzgados de Instrucción 2 y 4 de Eivissa por agredir a dos trabajadores de la empresa (...) sin embargo no ha sido jamás sancionado por la empresa», relata la resolución judicial.