Ana Obregón llegó este martes por la tarde a Palma para visitar a su madre, que está ingresada en la clínica Rotger desde el pasado miércoles.
Su rostro reflejaba preocupación y cansancio. «Estamos muy preocupados, sí –dijo camino de la entrada de la Rotger, esbozando una sonrisa–, aunque me han dicho que está mejor. Ahora lo que quiero es estar a su lado». Y sin dar opción a más, atravesó la puerta, subió los escalones y se dirigio deprisa al ascensor.
Ana llega a Palma tras haber pasado el fin de semana en Zaragoza, representado la obra 'Sofocos', para quedarse unos días y acompañar a su madre y estar pendiente de ella durante su permanencia en la clínica.
El estado de salud de Ana María Obregón ha mejorado desde la semana pasada. Vía móvil, la paciente comentó que había pasado una buena noche y que se encontaba mejor. Su voz era débil.