Kike y Toñi poco más y no coinciden ni en el saludo. La cita fue un completo desastre plagado de continuos momentos de incomodidad.
Kike que ha hecho lo imposible por generar polémica a cada bocado se lució como nadie al final de su cita. El hombre de 60 años se dedicó a criticarlo todo. Si Toñi tiene perro, él los odia. Si ella va de discotecas, él prefiere quedarse en casa. Si a ella le gusta leer, él no ha tocado un libro en su vida.
Incluso, cuando Toñi comentó que vivía con su hija con la cual está muy unida y que ella prefería una relación con domicilios separados, él sentenció: «No quiero ninguna carga familiar de nadie, eso es un peso y un lastre para una pareja».
Ambos tenía más ganas de irse que de quedarse cuando al acabar la cita, sin venir a cuento de nada, él soltó «que se le acababa de venir una pregunta a la cabeza»: «¿Eres feminista? Me ha venido a la cabeza esta pregunta?», y cuando ella confirmó, él respondió: «¿Sí? Pues pagas tú. ¿No queréis igualdad? Pues ahí tienes».
Ante el retrato, Toñi no le supuso ningún inconveniente y pagó: «No tengo ningún problema en pagar. Me da igual. No es por feminista y no feminista. La igualdad ante todo. Puedo pagar igual que él».
Obviamente, ninguno quiso tener una segunda cita, él porque «buscaba una mujer sin cargas y con convivencia total y absoluta», mientras que ella también dejo claro que prefiere alguien «más moderno, más joven y más afin a mí».