EFE - Phillip Island (Australia)
El triunfo correspondió al japonés Tadayuki Okada (Honda),
compañero de equipo de Crivillé, que vuelve a recuperar la segunda
posición del campeonato en detrimento del estadounidense Kenny
Roberts (Suzuki), a quien un neumático defectuoso "al igual que en
el caso del brasileño Barros y el español Juan Bautista Borja,
ambos de Honda" le dejó con la miel en los labios y sólo le
permitió acabar décimo.
Crivillé dio una auténtica lección de pundonor, al aguantar con un hueso de la mano izquierda roto toda la carrera y, además, defender esa quinta plaza final de los ataques del australiano Garry McCoy (Yamaha) con vuelta rápida personal incluida.
Crivillé mantiene 41 puntos de ventaja respecto a Okada y 51 frente a Roberts en la general del campeonato. Una victoria suya y un tercer puesto de Okada en Suráfrica la semana que viene le darían ya matemáticamente el título mundial, el primero en 500 del motociclismo español.
Carlos Checa (Yamaha), autor de una muy mala salida, perseveró en sus intenciones y con Garry McCoy como compañero de remontada, fue ganando posiciones hasta llegar a una séptima plaza que parecía ya insuperable; pero los avatares le abrieron el camino, primero para llegar hasta Sete y Crivillé y superarlos, después para ver cómo los problemas de Roberts le aupaban hasta la cuarta posición.
En 125 c.c., el japonés Noboru Ueda (Honda) tiró por los suelos el trabajo realizado durante todo el fin de semana y la gran carrera que estaba realizando el español Emilio Alzamora (Honda), quien, todo pundonor, consiguió regresar a la pista para acabar en la decimoquinta posición. Alzamora rodaba en el grupo de cabeza cuando Ueda se fue por los suelos y en su caída se lo llevó fuera de la pista, cuando Alzamora iba tercero. En 250 c.c. el italiano Valentino Rossi (Aprilia) ganó en un final de infarto al francés Olivier Jacque (Yamaha) y sale más líder en la clasificación general del campeonato del mundo.