Dos son las grandes novedades del Formentera del año 2000. Por un lado, José Antonio Rivas será quien se siente en el banquillo del Municipal de Sant Francesc (en detrimento de Jaume Ferrer). Por otro, el bloque rojillo contará con la presencia de Santi , un media punta de contrastada calidad que militó la temporada pasada en el Constància y que por motivos laborales permanecerá en la isla menor.
El resto del equipo apenas ha variado; la plantilla es prácticamente la misma del curso anterior, exceptuando al delantero y hombre de la casa Toni, que vuelve a la actividad después de dos temporadas en blanco.
«La entidad no se ha fijado un objetivo determinado. Nuestra intención es jugar los partidos y hacerlo lo mejor posible, así como divertirnos, que, en el fondo, es la finalidad de cualquier deporte», apostilló José Antonio Rivas.
No obstante, el técnico rojillo avisa al resto de conjuntos. «Tenemos calidad como para estar arriba y no descarto que esto ocurra. Estamos muy ilusionados», finalizó.