Javi Bonet entró a formar parte el pasado 3 de octubre de la nómina de atletas becados en la residencia Blume de Madrid. Bonet ya estudiaba en la capital de España donde cursa estudios del segundo curso de INEF. Una vez a la semana acudía a las instalaciones de la Blume para nadar en la piscina y el entrenador de triatlón y seleccionador nacional, Eduardo No, le sugirió pasar a ser atleta becado.
Entre las principales diferencias de entrenar en solitario y estar en la residencia madrileña se encuentra la intensidad con la que se trabaja. «Una semana de descarga [entrenamiento en el que se baja el ritmo para aprovechar el trabajo anterior] en la Blume es como una de las semanas de ritmo fuerte de entrenamiento de antes». «Pero lo que más me chocó cuando llegué fue lo pendientes que están de ti. Te haces daño en cualquier sitio y enseguida te llevan a que te vea el médico; además hay masajistas y siempre están encima controlándote», explicó Bonet.
El sistema de entrenamiento se basa en un exhaustivo trabajo de gimnasio, para mantener una buena preparación física. Además, se practican al menos dos disciplinas diarias de las tres que forman este deporte (natación, ciclismo y carrera a pie).
Bonet procede de la natación, formó parte del Club Natació Eivissa: «Natación hacemos casi todos los días de la semana, pero en vez de trabajar la velocidad se trabaja mucho el fondo», aclaró. Los intereses del ibicenco giran entorno a la distancia olímpica, en la que las distancias a cubrir son 1.500 metros de natación, 40 kilómetros de bicicleta y 10 de carrera a pie.
Precisamente, con la selección olímpica de triatlón que acudirá a Sidney 2000 estuvo Bonet en las últimas semanas en la concentración que se realizó en Lanzarote, para preparar la temporada que acabará con la tan deseada cita olímpica.