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Fútbol internacional

La selección española carga de razones a Camacho

El de Cieza recibió el apoyo incondicional del público mientras su grupo vapuleaba a Polonia

OSCAR GONZALEZ
3 ESPAÑA: Molina; Velasco, Paco, Hierro, Aranzábal; Etxeberría, Guardiola, Valerón, Luis Enrique; Raúl y Urzáiz.
Cambios: Mendieta por Etxeberria, Engonga por Guardiola, Salva por Urzaiz, Luis Cembranos por Valerón y Juanmi por Molina
0 POLONIA: Majdan; Zajac, Zielinski, Zewlakow; Majak, Iwan, Czerwiec, Michalski, Krzynowek; Gilewicz y Kryszalowicz.
Cambios: Kaliszan por Zajac, Kaczorowski por Zewlakov, Bizacki por Gilewicz y Baszczynski por Czerwiec
GOLES:
Minuto 15: Raúl roba un balón a Zielinski al borde del área y marca, 1-0.
Minuto 55: Urzáiz remata de cabeza un córner lanzado por Guardiola, 2-0.
Minuto 58: Urzaiz recoge un rechace de Majdan a un disparo de Raúl, 3-0.

ARBITRO: Eric Poulat (Francia). Estuvo auxiliado por una asistente, Grisslaine Peron-Labbe. Amonestó a Kaliszan (m.62).

España aprovechó la visita de una débil Polonia para, con una nueva goleada (3-0), dotar de argumentos a su técnico, José Antonio Camacho, que ha supeditado su continuidad a que se reafirmen los intereses de la selección frente a los de los clubes.

Camacho no sabe de amistosos. Exige el mismo rendimiento en cada partido, sea oficial o no. «España y se acabó», como repitió la víspera para justificar su amenaza de dimisión, significa que no hay nada más importante que la selección y ésta se ve obligada a buscar el máximo.

En esa polémica encontraron los jugadores su motivación y, convencidos de reivindicar la figura del técnico, brindaron media hora inicial eléctrica, con velocidad, entradas por ambas bandas y llegada a gol.

Por encima de todos, Raúl volvió a encarnar el espíritu del grupo. Más interesado que nadie en demostrar su interés por participar en cualquier encuentro de la selección, el delantero madridista estuvo en todas las jugadas de ataque y abrió el marcador en una acción plena de nervio, gracias a su presión sobre la salida del juego polaco.

Raúl marcó, al cuarto de hora, pero también pudo hacerlo en otro par de ocasiones, con un taconazo incluido, al igual que Ismael Urzáiz o Luis Enrique, en más de veinte minutos de dominio arrollador.

Bien es verdad que Polonia fue el rival perfecto. Mermado por las ausencias de sus principales jugadores y sin más calidad que la que aportó Tomasz Iwan y Radoslaw Gilewicz, permitió la rehabilitación de Josep Guardiola, Juan Carlos Valerón e Ismael Urzaiz, las apuestas de Camacho frente a su condición de suplentes en sus equipos.

La selección española se aseguró la goleada antes de la hora de juego y permitió que Camacho cumpliese su segundo objetivo; ver a los protagonistas el campeonato.

El técnico propició desde el principio el debut de Juan Velasco, una de las sorpresas del campeonato, y ofreció sus primeros minutos a Salva Ballesta, el máximo goleador, a Luis Cembranos, impulsor de la buena trayectoria rayista, y, a petición de la grada, a Juanmi, el guardameta menos goleado de Primera División.

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