OLGA MARTÍN (EFE)
La rápida eliminación de Alemania en la pasada Eurocopa, donde
defendía el título logrado en 1996 pero cayó en la primera fase, ha
creado cierta expectación ante el partido de hoy, donde el nuevo
seleccionador, Rudi Völler, ofrecerá la cara renovada de un equipo
que decepcionó en el último torneo continental.
Völler, que asumió el cargo de seleccionador de forma interina después de la dimisión de Ribbeck y hasta la incorporación de Christoph Daum cuando acabe su contrato con el Bayer Leverkusen en junio del 2001, presentará otra imagen de Alemania, en la que tampoco habrá demasiadas caras nuevas. Su convocatoria para este encuentro, aparte de las bajas por lesión de Oliver Bierhoff, Christian Ziege y Jens Jeremies y las consabidas retiradas de Lothar Matthaeus y Ulf Kirsten, sólo presenta cinco caras nuevas, y parece seguro que el técnico contará de inicio con dos de ellas, el centrocampista Stefan Beinlich y el delantero Alexander Zickler.
Alemania, tres veces campeona del mundo y otras tres de Europa, acaba de empezar su campeonato de Liga con una inversión muy inferior a las altísimas cifras que se manejan en España "se habla de un gasto total de 10.625 millones de pesetas en fichajes" y sabe que tiene que recuperar el crédito perdido ante su afición. Völler, campeón del mundo en 1990, y su equipo deben hacer olvidar la triste despedida de la Eurocopa el pasado 20 de junio en Rotterdam, después de encajar un 3-0 ante Portugal.