Jordi Tarrés, siete veces campeón del mundo de trial, es un habitual de Eivissa. A sus 33 años este catalán de Manresa (Barcelona) se ha retirado del pilotaje de competición, para dirigir el equipo de trial de la marca española Gas-Gas. «Vengo a Eivissa casi todos los años desde hace tiempo, pero este año, al ser padre hemos venido más tranquilos», aclaró.
Nadie en la historia de este deporte había conseguido lo que Tarrés logró hasta 1995. Siete cetros mundiales es con diferencia la mayor hazaña que se haya logrado en el trial y ese logró le valdrá pasar a la historia como una auténtica leyenda. Tras conseguir un magnífico palmarés Tarrés se retiró en 1997. «Al principio, cuando decides retirarte es fácil porque lo tienes claro, pero luego acostumbrado a la presión continúa de cara al público empiezas a llevar una vida más normal y hay cosas que las hechas en falta, mientras que otras te sobran. Al fin y al cabo se trata de tu profesión y dejarlo de repente cuesta», explicó Tarrés.
Respecto a sus siete títulos mundiales Tarrés asegura que su objetivo era el primero. «Mi gran sueño siempre fue ganar un mundial, los otros vinieron de propina. La verdad es que es un orgullo ser el único en la historia de este deporte que ha ganado tantos, pero con el primero yo ya estaba satisfecho», aclaró. Pese a dejar el pilotaje Tarrés no ha dejado el mundo del trial. Tarrés es el encargado del equipo Gas-Gas. «Entrenar a alguien supone cambiar el chip. Cuando eres piloto, sólo piensas en ti, en como hacer tu parte lo mejor posible y en como mantener la forma. Entrenando a otros tienes que pensar en ellos y dar tus conocimientos no es fácil», asegura.