EFE - MÀLAGA
Jan Ullrich no dio muestras en ningún momento de conseguir el mejor
golpe de pedal, se le atragantaron los desarrollos montados para la
primera jornada de la Vuelta y eso se notó a lo largo de todo el
recorrido, que parecía no conocer y en determinados momentos dio la
sensación de improvisar para hacer menores las diferencias con sus
máximos rivales.
Con un horario un tanto inusual pero con las calles de Málaga abarrotadas de público, el colombiano Víctor Hugo Peña (Vitalicio), flamante vencedor de una contrarreloj individual en el Giro de Italia, fue el primer líder sólido provisional de la jornada, al que poco después doblegó su compañero de equipo el checo Jan Hruska y más adelante Abraham Olano (Banesto), en una exhibición clara y manifiesta de poderío físico que le permite situarse sin ningún género de dudas entre los aspirantes al triunfo final.
Entre ellos estuvieron corredores de la talla de Iñigo Cuesta o Santos González, más atrás Fernando Escartín y Roberto Heras, del Kelme, o José María Jiménez (Banesto), duda hasta el último momento por los problemas que le provocó una caída entrenándose hace escasamente una semana.
Pero si bien dio la impresión de que Olano iba a ser el vencedor de la jornada, con Ullrich hundiéndose en cada punto intermedio cronometrado, surgió la figura de Alex Zuelle, quien después de atravesar una mala racha deportiva de resultados, fue el polo opuesto del teutón.
Con las referencias de su compañero de equipo Eladio Jiménez, que también ocupó la primera posición de la jornada por momentos, el corredor suizo supo dosificar el esfuerzo y entrar en la línea de meta con dos segundos de adelanto sobre Olano y cuatro respecto a Hurska, mientras que Jan Ullrich entró con más de 40 segundos de desventaja.