EUROPA PRESS - ALBACETE
Alex Zulle, que consiguió mantener el maillot amarillo al entrar en
el grupo de cabeza cuando comenzaron los abanicos, indicó que el
tiempo perdido por el Kelme (1:20) puede parecer mucho, pero no es
tanto con la montaña que viene. «Yo conozco a Heras, Escartín y
Botero, y ahora están enfadados y habrá más caña».
Zulle explicó a su llegada a la meta de Albacete que todo el pelotón conocía el peligro de esta etapa por el viento. «Todos querían correr adelante, porque cuando se mueve un equipo, se rompe el paquete». Al suizo no le sorprendió que el alemán Jan Ullrich estuviera en todo momento entre los primeros. «Ullrich puede correr muy bien, tiene mucha fuerza, y en estos casos él no falla», subrayó. Asimismo, indicó que «aún es pronto para saber quién puede estar en el podio, pues falta la montaña», y aseguró que no piensa entrar en la disputa de las bonificaciones, como hizo el checo de Vitalicio Jan Hruska para intentar lograr el maillot amarillo.
Por su parte Fernando Escartín vio como una vez más la etapa de Albacete minaba sus aspiraciones a luchar por la Vuelta Ciclista a España tras caer en la trampa de los abanicos y ceder 1:20 en la meta. «Ya sucedió otra vez y es una pena que esta ciudad siempre sea juez». No es mucho tiempo pero es una losa que se va a notar al final», señaló el de Biescas. Escartín, junto a todo el equipo, fue el gran damnificado de la jornada y no dudó en reconocer el error: «hemos preferido mantenernos juntos, ese ha sido el motivo principal. Nos ha pillado atrás. Ha sido un fallo y una pena».