EFE - NYON (SUIZA)
El FC Barcelona buscará lavar la afrenta que sufrió hace
veinticinco años cuando cayó ante el Liverpool inglés en la primera
ocasión en que llegó a las semifinales de la Copa de la UEFA,
mientras que el Alavés intentará alargar hasta el infinito su sueño
europeo ante el Kaiserslautern. El sorteo celebrado ayer en la
localidad suiza de Nyon deparó que el conjunto blaugrana se mida
ante el Liverpool, en lo que será su último peldaño para hacerse
con un título que aún no posee, y enfrente se topará con la figura
del finlandés Jari Litmanen que no logró triunfar en el Nou Camp y
tuvo que salir de Barcelona por la puerta falsa.
Esta será la cuarta vez que el conjunto catalán dispute las semifinales de la Copa de la UEFA con la esperanza de alcanzar la ronda definitiva de un torneo que se le ha negado hasta la fecha, aunque tres ediciones de la Copa de Ferias, antecedente de la UEFA, ya constan en la vitrinas catalanas. El Liverpool, que cuenta con una línea de ataque demoledora, con Michael Owen, Robbie Fowler, Emile Heskey, y Litmanen, buscará reverdecer viejos laureles de la década de los ochenta en los que reinó en Europa, pero que no ha podido reeditar desde entonces, ya que la última vez que alcanzó la semifinal de la UEFA fue en la temporada 1996-97.
Por su parte, el Deportivo Alavés ha hecho de la modestia, la prudencia y la constancia sus armas para alcanzar las semifinales en su primera participación europea. Con tan sólo diez temporadas en Primera División y sin ningún coeficiente en la UEFA, los jugadores de José Manuel Esnal «Mané», se han permitido el lujo de dejar fuera de la competición a todo un Inter de Milán, al que derrotó por 2-0 en Mendizorroza y logró empatar (3-3) en el encuentro de vuelta de octavos de final disputado en San Siro. Su pase a la penúltima ronda fue más plácido ya que logró un 3-0 ante el Rayo Vallecano en el encuentro de ida y cayó por 2-1 en el regreso a Vallecas.
En frente tendrán al Kaiserslautern que accede a esta ronda por primera vez desde la temporada 1981-82. El conjunto alemán, que dirige en la actualidad el ex zaragocista Andreas Brehme, tras la dimisión de Otto Rehagel, fue capaz de conquistar la liga de su país sólo dos temporadas después de consumarse su descenso de categoría.