EFE - Montecarlo
El alemán Michael Schumacher y el brasileño Rubens Barrichello
lograron un fácil doblete para Ferrari en el Gran Premio de Mónaco,
en el que los españoles Pedro de la Rosa (Jaguar R2) y Fernando
Alonso (Minardi PS01 European) se tuvieron que retirar por sendas
averías mecánicas en sus monoplazas. El Gran Premio de Mónaco fue
la prueba más dura de la temporada y podía haber sido la gran
oportunidad, tanto para De la Rosa como para Alonso, de haber
terminado en los puntos; pero sendos fallos mecánicos les han
obligado a abandonar la prueba cuando eran décimos.
De la Rosa tenía como objetivo acabar la carrera, porque en los dos años anteriores había podido rodar muy poco, perdió un puesto en la salida y ascendió hasta la décima posición gracias a los abandonos, pero en la vuelta 18 de las 78 de que constaba la carrera, detuvo su coche en «La Piscina» y se retiró, por un problema en el circuito hidráulico. Fernando Alonso llegó a ascender hasta la novena plaza antes de detenerse a repostar y cambiar neumáticos, pero a 23 vueltas del final, la caja de cambios, que le había dejado sin poder utilizar la primera marcha desde la decimoquinta, que aquí se pone para negociar cuatro curvas, y al llegar a la plaza del Casino se detenía con el cambio roto.
La carrera fue tan fácil para Ferrari como aburrida por los espectadores que han abarrotado las tribunas del circuito, porque las averías mecánicas les han dejado sin oposición prácticamente desde la salida. El británico David Coulthard (McLaren-Mercedes), mejor tiempo en la sesión de clasificación, se quedaba clavado en su puesto cuando tenía que iniciar la vuelta de formación para la salida, por un fallo en el sistema automático de arrancada, segunda vez que le ocurre en tres carreras, y tenía que partir desde el último puesto. Así Michael Schumacher ya no tenía a nadie delante cuando se inició la carrera, se amparó del primer puesto y tan sólo el finlandés Mika Hakkinen (Mclaren-Mercedes) y el brasileño Rubens Barrichello le podían aguantar el ritmo.