César Argilés es el seleccionador nacional de balonmano y, en relación a la ausencia de una medalla de oro en el palmarés de la selección nacional, afirmó que «la escala de medición del oro o nada es una escala mediática, no deportiva». Argilés atendió a los medios de comunicación en un receso de su jornada de descanso.
La selección española tiene el sábado en Eivissa un importante compromiso ante Austria: el segundo partido valedero para estar en el Mundial de Portugal 2003. El seleccionador llegó ayer por la noche junto al resto de la plantilla y se mostró cauto a la hora de valorar las posibilidades de España en un mundial, cuando aún hay que ganárselo el próximo sábado, a las 18'30 horas, en la cancha.
Según Argilés, el deportista «internamente, no está tan atento a los resultados», aunque un equipo está siempre atado a una «coreografía» determinada en la que aparece el oro y «ganar siempre es bonito y a todos nos gusta, claro».
El partido del sábado es definitivo, el ganador acudirá al Mundial. El combinado nacional de balonmano llega a Eivissa con la victoria en Dornbirn muy reciente. La selección teniendo una eliminatoria resuelta, sufrió en la segunda parte ante Austria.
En cuanto a las causas, que se abordarán frente a un vídeo del partido, Argilés apuntó que «debemos convencernos de que podemos ganar; para eso hay que mantener la dureza en la defensa durtante 60 minutos y no estar 'light' en el sentido de calcular mal la salida; llegar tarde; estar al blocaje y no 'blocar' la pelota; no es relajación, es que se ha dejado de leer el partido». En cuanto al choque con Austria, el seleccionador mantiene «todas» las esperanzas de lograr la victoria.