José Antonio Camacho anunció ayer en la sede de la RFEF su decisión de dejar el cargo de seleccionador nacional de fútbol, en el que llevaba tres años y nueve meses, porque considera que ha finalizado una etapa y quiere volver a trabajar en algún equipo.
Camacho llevaba en el cargo desde septiembre de 1998 y en este tiempo ha dirigido al equipo nacional español en 44 partidos, de los que cree que es difícil de olvidar la victoria contra Austria (9-0) por el fútbol y los goles y la eliminación mundialista porque podía haber significado hacer historia.
Bajo su dirección España ha alcanzado los cuartos de final en la Eurocopa 2000 de Bélgica y Holanda (perdió ante Francia por 2-1) y en el Mundial 2002 de Corea y Japón (cayó en los penaltis ante Corea tras acabar el partido y la prórroga con empate a cero).
Aunque tenía la posibilidad de seguir dos años más -hasta la Eurocopa de Portugal´ '04- Camacho ha querido cerrar este ciclo, como en él es habitual a lo largo de su carrera (por ejemplo en el Espanyol y en el Rayo Vallecano) con el sentimiento del deber cumplido. «La vida tiene unas etapas, y en este caso ya ha terminado. Tenía una oferta para seguir dos años, como ellos lo suelen hacer, y lo he sopesado todo bien. Esperar dos años para un Europeo y otros cuatros para un Mundial para mí, con 47 años, es esperar mucho tiempo. Necesito un poco más la inquietud del trabajo diario», dijo en conferencia de prensa.
El técnico murciano aseguró que «egoístamente» para él sería mucho mejor seguir como entrenador y marcharse en el momento de recibir una oferta que fuera interesante, pero que ha considerado esta opción para que «la Federación tenga el tiempo suficiente para encontrar un sustituto que lo haga lo mejor posible y eso es que la selección ya gane un título».