El tercer sueño galo de Toni Tauler no llegó a buen puerto, aunque el ciclista de Santa Margalida dejó patentes sus virtudes contra el crono en un Tour que se queda sin representación balear en el pelotón.
Tauler abandonó camino de Plateau de Beille, en el instante en que sus piernas dejaron de funcionar como él esperaba. «Tenía los músculos muy duros y mis piernas no pudieron ni resistieron más. Cuando empezaba a subir veía que no iba bien, ya de hecho, el día antes no pasé de 160 pulsaciones. Es difícil explicarlo, pero cuando estas cosas pasan, hay que asumirlas tal y como vienen» significó el pupilo de Vicente Belda, que en la jornada de ayer aterrizó en Son Sant Joan.
De hecho, el corredor de Kelme-Costa Blanca se dejó ver en las posiciones de cabeza del pelotón en los primeros kilómetros. Sus intenciones eran muy ambiciosas, aunque no acordes con lo que más tarde sorprendió a propios y extraños. «Quería intentar meterme en una escapada buena. Iba con mucha ilusión y me preparé a conciencia, pero la carrera es muy exigente y tiene estas cosas», comentó el profesional de Santa Margalida, víctima de las caídas en las jornadas iniciales del Tour.