Efe - MÓNTECARLO
El Real Madrid, actual campeón de Europa, intentará acabar hoy con
el maleficio que sufre en la Supercopa, aunque para ello deberá
superar al Feyenoord holandés, último ganador de la Copa de la
UEFA, que llega lanzado tras meterse en la Liga de Campeones
después de ganar en Estambul al Fenerbahce. Este trofeo sirve de
cierre a la campaña 2001/2002 y de pistoletazo inicial de las
competiciones europeas 2002/2003, aunque se hayan jugado ya la Copa
Intertoto, las eliminatorias previas de la Liga de Campeones y la
ronda previa de la Copa de la UEFA. A la presente edición llegan
dos equipos que aún no han ganado la Supercopa, pero sobre todo
uno, el madridista, con ansias de sacarse la espina después de sus
derrotas ante el Chelsea inglés (0-1) y el Galatasaray turco (1-2)
en 1998 y 2000.
Al Real Madrid tan solo le falta en sus vitrinas esta Supercopa -no tiene la Recopa, pero no la puede conseguir ya por no disputarse-, y sus jugadores se han conjurado para completar su palmarés y el Museo del Santiago Bernabéu. Una victoria ante el Feyenoord supondría un acicate moral para el equipo de Vicente del Bosque ante el inminente inicio de la próxima campaña. El entrenador salmantino en principio alineará el equipo de gala, en el que la única novedad respecto a la pasada campaña es la inclusión en el medio centro del joven argentino Esteban Cambiasso. La diferencia de rodaje es un factor que beneficia al Feyenoord de Bert van Marwijk, puesto que ha comenzado ya su Liga y ha disputado la tercera eliminatoria previa de la Liga de Campeones.