Santiago Aparicio|MELBOURNE
La contundencia con la que Lleyton Hewitt ha decidido emprender la
conquista del Abierto de Australia y la retirada del ruso Marat
Safin han despejado el panorama del jugador de Adelaida,
obsesionado con saldar la cuenta pendiente que históricamente
mantiene con el primer Grand Slam de la temporada. El anuncio de
abandono del tenista moscovita -tercer favorito-, aquejado de una
rotura de ligamentos en la muñeca izquierda, ha apartado del camino
del australiano el principal obstáculo para el último partido en el
Rod Laver Arena. Hewitt, que ventiló de un plumazo la amenaza del
checo Radek Stepanek en tercera ronda (6-3, 6-2 y 6-0), se
encuentra a tres partidos de su primera final en casa. Las leves
amenazas del suizo Roger Federer y del estadounidense Andy Roddick,
eliminado ya el checo Jiri Novak son las únicas que parecen
incomodar el tránsito del jugador oceánico.
El marroquí Younes El Aynaoui, verdugo del español Feliciano López, se asoma como próxima presumible víctima de una parte del cuadro integrada por el ruso Mijail Youzhny -siguiente rival de Roddick-, el alemán Rainer Schuetler, el estadounidense James Blake, que ganó a Alberto Martín, y el argentino David Nalbandian, décimo favorito. La claridad desaparece en la otra zona del panel, en el que están ubicados Juan Carlos Ferrero y Félix Mantilla. También André Agassi y el francés Sebastien Grosjean, otros favoritos acompañados por el argentino Guillermo Coria, el croata Mario Ancic, el armenio Sargis Sargsian y el sudafricano Wayne Ferreira.La supremacía de las hermanas Williams en el cuadro femenino es evidente. Virginia Ruano es la única componente española, mientras la derrota de la argentina Clarisa Fernández frente la rusa Anastasia Myskina ha dejado el cuadro de mujeres huérfano de presencia latinoamericana. La gran favorita no ha perdido un ápice de contundencia desde que la francesa Emilie Loit amenazara su continuidad en primera ronda. La tenista de Florida, que ganó a la tailandesa Tamarine Tanasugarn (6-2 y 6-0) se enfrenta después a la griega Eleni Daniilidou. Bovina y Myskina, Rubin y Shaughnessy y Coetzer forman parte del programa futuro de la mayor de las Williams.