Carlos de Torres|FRANCIA
Iban Mayo, del Euskaltel Euskadi, se convirtió en el segundo
español de la historia que conquista la mítica cima del Alpe d'Huez
al rematar una escapada en solitario en los últimos 9 kilómetros de
la etapa reina del Tour, que terminó con el estadounidense Lance
Armstrong como nuevo líder. El ciclista del Euskaltel entró
disfrutando del momento y con las manos en la cabeza, como si no se
creyera el cumplimiento de un sueño que se concretó en la octava
etapa entre Sallanches y Alpe d'Huez, en la que invirtió 5h.57.13,
con el kazajo Vinokurov segundo a 1.45 y el grupo de Armstrong,
Beloki, Mancebo, Hamilton, Zubeldia y Laiseka a 2.12 después de una
enorme batalla.
La jornada fue inolvidable para los españoles, protagonistas y animadores de una carrera que no olvidará Armstrong por mucho que saliese de líder, ya que por primera vez en muchos años sufrió ataques permanentes de todos sus rivales en el ascenso al Alpe d'Huez. Además, volvió a conocer cómo se las gasta Mayo, quien le hizo sufrir en la pasada Dauphiné, concretamente en el Galibier. Armstrong se puso al mando de la general, pero no pasó el rodillo como es su costumbre. La ventaja de 40 segundos respecto a Beloki, segundo, y de 1.10 sobre Mayo, tercero, tiene que ver con la contrarreloj por equipos y no con el duelo mano a mano de la primera etapa clave. La carrera al menos no se ha cerrado a las primeras de cambio. Mancebo cuarto, Zubeldia quinto, Beloki sexto y Laiseka noveno, completaron el festival español en la etapa más esperada del Tour del Centenario.
El paso de la gran montaña se produjo después de un exhaustivo control de US Postal, que primero permitió varias escapadas anecdóticas para luego ponerse serio en las primeras rampas del Galibier. Los hombres de Armstrong pusieron un ritmo para que no se moviera ni el viento, y lo consiguieron. Nadie se atrevió a respirar. Landis e Hincapie primero, y Beltrán y Rubiera después, llevaron a su jefe en butaca en medio de un escenario donde todos chupaban rueda. Heras, en la reserva activa. Los Beloki, Mancebo, Ullrich, Vinokurov y Hamilton subían sin rechistar y al ritmo azul del US Postal. En el descenso empezaron los ataques. El español Mikel Astarloza, del AG2R y el campeón de Francia Didier Rous volaron cuesta abajo y con una renta de 2.20 se presentaron en las primeras rampas del Alpe d'Huez, en cuyas cunetas se vive la pasión del ciclismo. Y ahí empezó la fiesta, pero la española.