El australiano Ian Thorpe revalidó su título de campeón del mundo en 400 metros libre, y agrandó su leyenda en Barcelona, con su novena medalla en unos Mundiales. España debutó mal en el primer día de competición en la piscina. En 400 metros libre, Erika Villaécija y Melissa Caballero cayeron en las series. Las nadadoras españolas se mostraron nerviosas por el estreno en su casa, aunque dijeron que esto no debía servir de excusa.
Ian Thorpe debutó con una medalla de oro y desmintió cualquier duda sobre su estado de forma, después de no haber podido entrenar bien durante el invierno debido a una enfermedad vírica.
Con la medalla de ayer tarde, Thorpe suma su noveno oro en los tres mundiales que ha participado, Perth, en 1998, en Australia, ganó dos; Fukuoka, en Japón, en 2001, seis; y hoy en Barcelona, en el primer oro en la primera final. En el relevo femenino, el conjunto norteamericano fue el mejor, con un extraordinario relevo 4x100, Natalie Coughlim, Lindsay Benko, Jeffrey Rhiannon y Jenny Thompson, se impusieron a las alemanas por 64 centésimas, seguidas de las australianas.
Las germanas presentaron un relevo compuesto por Petra Dallmann, Katrin Meibner, Antje Buschschulte y Sandra Volker, que obtuvo la medalla de plata.
Otra alemana, Hannah Stockbauer, ya había estrenado el medallero de su país en la final de 400 metros libre, al imponerse a la húngara Eva Risztov y a la norteamericana Diana Munz.
En los 100 mariposa, la estadounidense Jenny Thompson batió por dos veces el récord de los campeonatos del mundo de los 100 mariposa, que cayó en tres ocasiones porque la eslovaca Martina Moravcova también superó esta misma marca por la tarde.
Finalmente, Thompson dejó el mejor registro de los campeonatos en 57.99, que estaba al principio de la jornada en 58.27, en poder de la austriaca Petria Thomas, desde 2001, en Fukuoka, en Japón.
En los 50 mariposa el estadounidense Ian Crocker estuvo a punto de batir el récord del mundo y se quedó a tres centésimas, 23.47 por 23.44, en poder del australiano Geoffrey Huegill. Al japonés Kosuke Kitajima le ocurrió algo parecido en los 100 metros braza, en unas semifinales que dominó y cuyo récord mundial estuvo a punto de batir. Kitajima se quedó a cuatro centésimas de la mejor marca mundial del ruso Roman Esloudnov, que tiene 59.94, desde los mundiales de Fukuoka, en 2001. Las semifinales de 200 metros estilos femenino fueron dominadas por la ucraniana Yana Klochkova y la china Yafei Zhou.