Juan Antonio Lladós (Efe)|ESTORIL
Pablo Nieto (Aprilia) consiguió ayer su primera victoria en el
campeonato del mundo al imponerse sobre la misma línea de llegada y
por apenas 22 milésimas de segundo a su propio compañero de equipo
Héctor Barberá en un Gran Premio de Portugal de 125 centímetros
cúbicos, en el que el mallorquín Jorge Lorenzo acabó sexto después
de una carrera plagada de emoción y en la que sumó diez nuevos
puntos que le sitúan con veinticinco en la general del Mundial.
Nieto soñaba desde hacía meses con una victoria y esta al final llegó, mientras que su compañero de escudería Barberá protagonizó una remontada impresionante al ascender desde la sexta línea de la formación de salida, debido a los muchos problemas que tuvo en entrenamientos, y llegó hasta el grupo de cabeza para luchar por la victoria.
Y eso que la carrera tuvo un comienzo accidentado, pues nada más darse la salida se produjo un accidente en el que se vieron involucrados el japonés Youichi Ui (Gilera) y el italiano Marco Simoncelli (Aprilia) que obligó a mostrar bandera roja sin que apenas todos los pilotos hubiesen completado el primer giro. De esta forma y con cierto retraso se procedió a dar una segunda salida en la que no estaban ni Ui ni Simoncelli y que volvió a vivir momentos accidentados con la caída del italiano Lucio Cecchinello (Aprilia), que arrastró en la misma a su compatriota Gino Borsoi (Aprilia), pero que esta vez no requirió la detención de la carrera pues ambos pilotos pudieron abandonar la pista por su propio pie.
A un ritmo muy vivo, acabó por disgregarse el grupo de cabeza y el mismo lo formaron once pilotos inicialmente, pero acabó reduciéndose hasta cuatro tras atravesarse el ecuador de la prueba, pues antes de ese momento el primero en verse forzado al abandono, por caída, fue el suizo Thomas Luthi (Honda).
Poco después fue el alemán Steve Jenkner (Aprilia), con problemas mecánicos, el que tuvo que abandonar y unos giros más tarde quedaron fuera de carrera Perugini, que se salió, cayó y sacó de la pista a su compatriota Andrea Dovizioso (Honda). El primero no pudo continuar y el segundo lo hizo regresando a la prueba en posiciones muy retrasadas, aunque logró remontar algunos puestos.
El Mundial se ponía de cara para Daniel Pedrosa, quien por ese entonces marchaba por delante con Pablo Nieto, Héctor Barberá y el sanmarinense Alex de Angelis (Aprilia), que por los citados incidentes vieron como el grupo se cortaba en dos, dejándoles a ellos en cabeza y a un trío por detrás que no pudo volver a contactar y que formaban el francés Arnaud Vincent (Aprilia), actual campeón del mundo, el mallorquín Jorge Lorenzo (Caja Madrid Derbi) y el húngaro Gabor Talmacsi (Aprilia).
Quizás ahí le surgió al piloto de Movistar la vena conservadora y se quedó en cola de ese grupo esperando ver cómo se desarrollaba la carrera, con una lucha encarnizada entre Nieto, Barberá y de Angelis que les llevó así hasta el último giro, en el que entró primero Pablo Nieto, pero en la apurada de final de recta le superó Barberá, quien intentó cerrar todos los huecos a los intentos de su compañero de escudería.
Pero esta vez no cometió errores y Pablo Nieto supo aguantar el momento idóneo para superar a Barberá, por desgracia para el valenciano en la misma línea de llegada, al situarse pegado a él y aprovechar su rebufo para superarlo por escasamente 22 milésimas de segundo, con el sanmarinense en tercer lugar y Pedrosa conforme con el cuarto puesto, que le permite aumentar su ventaja tras la retirada de Perugini.
Tres españoles en las cuatro primeras posiciones y un cuarto, el piloto de la Cajamadrid Derbi, Jorge Lorenzo, que salió desde la primera línea y aguantó el tipo como los grandes deportistas, defendiendo su posición con una moto que no se encuentra a la altura técnica de la competencia, pero que le permitió entrar en meta en sexta posición.
Exhibición
Ni la caída, los vómitos y mareos pudieron con la convicción de
Toni Elías (Movistar Aprilia). Desde los primeros minutos de
carrera quedó claro que los tiempos de Elías en entrenamientos no
habían sido fruto de la casualidad y tras dejar hacer a sus rivales
un rato y ver su comportamiento pasó a la acción.
Su comportamiento y decisión fue tan contundente que no encontró respuesta en sus rivales. Todos sucumbieron a su convicción y de esa forma el piloto de Movistar Aprilia se ganó la tercera victoria de la temporada, que le coloca segundo en el campeonato a catorce puntos del líder, Manuel Poggiali, que por suerte para él acabó segundo gracias a la carambola del argentino Sebastián Porto, que se fue por los suelos y casi se llevó en su frenética frenada a Roberto Rolfo, que marchaba en busca de Poggiali.
En esta ocasión quedó claro casi desde los primeros instantes que Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V) no sería capaz de luchar por la victoria, que disputaron los italianos Max Biaggi y Valentino Rossi, pero eso fue hasta que Rossi quiso marcar la diferencia. Entonces, se acabó la carrera de MotoGP. El campeón italiano se marchó en busca de la victoria y también a consolidar su liderato en la tabla del Mundial.