Carlos de Torres (Efe)|SABADELL
El alemán Erik Zabel, del equipo Telekom, se reencontró con el
podio en la Vuelta y cumplió el «milagro» de ganar al esprint al
casi invencible italiano Alessandro Petacchi en la recta final de
la décima etapa disputada entre Andorra y Sabadell, de 194
kilómetros y en la que no hubo cambios, con Nozal de maillot oro.
Zabel, con 33 años y casi 200 victorias en su palmarés, vino a la
Vuelta «a ganar a Petacchi y preparar el Mundial». Cuando menos se
esperaba reapareció para demostrar que aún no está acabado, aunque
haya perdido la explosividad de antaño, y logró su sueño de ganar
al mejor velocista del mundo, Petacchi, el sucesor de
Cipollini.
El ciclista berlinés, siempre en el Telekom desde 1993, conocía la llegada de la Semana Catalana, por lo que jugó con ventaja ante su rival. Dejó que Petacchi lanzara el ataque y se puso a su rueda para superarle con claridad en meta. Invirtió un tiempo de 4:10:51, a una media muy elevada, 46,402 kms/hora. No hubo respiro en la jornada que procedía a tres etapas de montaña consecutiva y hubo que dar pedales. Son muchos los que todavía tienen que justificar su temporada con una victoria en la Vuelta y abundantes los cazaetapas que tienen ganas de culminar una escapada. En la primera hora se cubrieron más de 49 kilómetros, por lo que la transición hacia el descanso resultó otra paliza.
En el kilómetro 71 y aprovechando el esprint de Beguedá, saltaron 9 corredores en busca de la gloria, entre ellos el ya ex favorito Oscar Sevilla. Junto al albaceteño, el inquieto Gorka González y Juan Miguel Mercado. El grupo aventurero contó con una ventaja máxima de 3.09 en el kilómetro 123. ONCE y Fassa Bortolo marcaban el ritmo del pelotón, pero sin excesos. Con el viento de frente se acabó en el kilómetro 152 el beneplácito del pelotón para los seis hombres de cabeza y enseguida decidieron aumentar la marcha los hombres del Fassa Bortolo. Petacchi llevaba cinco días sin alzar los brazos y eso era demasiado para el mejor velocista del mundo.