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Liga de Campeones

Madrid y Oporto firman un empate «diplomático»

El equipo de Queiroz, que jugó con los suplentes, acaba como primero de grupo

Real Madrid 1
Oporto 1

REAL MADRID: César; Míchel Salgado, Pavón, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Borja, Cambiasso; Figo, Zidane, Solari; y Ronaldo.
Cambios: Portillo por Ronaldo, Miñambres por Figo y Jordi por Borja.

OPORTO: Vitor Baia; Paulo Ferreira, Ricardo Carvalho, Pedro Emanuel, Ricardo Costa; Alenitchev, Costinha, Deco, Pedro Mendes; Jankauskas y Derlei.
Cambios: Bruno Moraes por Derlei, Hugo Almeida por Jankauskas y Bosingwa por Alenitchev.

Arbitro: Stephen Graham Bennett (ING). Amonestó a Costinha (m.26).

Goles:
1-0, minuto 9: Solari.
1-1, minuto 35: Derlei, de penalti.

José Antonio Pascual|MADRID

El Real Madrid y el Oporto, en un encuentro anodino y sin tensión, firmaron unas tablas diplomáticas que dejan la situación como estaba, con el campeón español como líder del grupo F, y el luso como segundo y también en octavos de final de la Liga de Campeones.

Al menos el Oporto podrá presumir de haber puntuado por primera vez en terreno madridistas y el Real Madrid de mantener el fortín del Bernabéu y su invicto en esta fase.

Al conjunto madrileño tan solo le apeaba del liderato una hecatombe, porque los dragoes tenían que vencer por tres goles o por dos siempre que fuera un marcador superior al 1-3 de Das Antas.

Por ello, el técnico Carlos Queiroz concedió descanso de salida a Iker Casillas, el inglés David Beckham, a Iván Helguera y a Raúl González, y dio entrada al meta César Sánchez, el joven Borja, quien hizo pareja en la medular con el argentino Esteban Cambiasso y a Solari. Tras el intermedio se quedaron en la caseta Luis Figo y Ronaldo.

Solari, como suele ser habitual destaca cada vez que goza de una oportunidad. Sabe que debe aprovechar cada minuto que su técnico le otorga para mostrar su categoría y su validez.

Y el ex de Ríver Plate volvió a ser de lo más interesante de un Real Madrid que jugó al paso, sin apenas tensión, que concedió el manejo del balón a un rival que, conocedor de la dificultad del empeño, controló el esférico pero sin volverse loco.

El milagro blanquiazul se disipó aún más cuando, a los nueve minutos, el propio Solari recibió el balón de Figo y batió a Vitor Baia con un disparo raso cruzado.

El 1-0 adormeció aún más al Madrid. En una noche gélida, lluviosa, más propicia para estar en casa bajo una manta, los más de 40.000 aficionados que acudieron al Bernabéu fueron unos valientes. Sin hacer mucho, aunque algo más que un Madrid en el que el francés Zidane y Ronaldo apenas aparecieron, el Oporto alcanzó las tablas antes del descanso, con un gol de penalti logrado por Derlei.

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