Toni Colom demostró una vez más que la Challenge es su carrera y exhibió esa clase que le define en el instante preciso. Aquél en el que rompió la carrera, cribó el grupo de cabeza y puso la directa hacia la cima del Puig Major. Desde ese momento, jugar con el puntómetro a favor le convertía en líder y sólo la victoria podía completar un día redondo.
La etapa reina fue, como era de esperar, la del profesional de Bunyola, que apuntala sus opciones de lograr la general y el primer éxito para el Illes Balears-Banesto, además de ser el primer ciclista mallorquín que logra el liderato de la ronda y aspira a inscribir su nombre en su libro de honor.
Colom compartió protagonismo con Alejandro Valverde. El murciano casi no pegó ojo, pero estuvo en la salida de Sóller, dio todo un recital en su primer test y a la hora de demostrar su condición de llegador, no tuvo rival, certificando que el Comunitat Valenciana-Kelme está en Segunda División circunstancialmente.
El subcampeón del mundo y vigente ganador de la Challenge invirtió un tiempo de 3:43:28, dando tiempo a Colom y los otros cuatro corredores que se jugarán el Gran Premio con el mallorquín: David Blanco, Carlos García y Rubén Plaza (Comunitat Valenciana-Kelme) y Koldo Gil (Liberty Seguros).
En el grupo perseguidor se repitió la historia y el sprint se lo llevó esta vez Erik Zabel, secundado por Allan Davis y Óscar Freire, que cedieron 41 segundos y con ello buena parte de sus posibilidades.
La película de la tercera etapa es el mejor reflejo del perfil accidentado que unió Sóller y Port de Sóller (150,6 kilómetros), con cuatro pasos de montaña de segunda categoría. La etapa reina no defraudó, y con todos en liza, las hostilidades se desataron en el primer paso por el Coll de Sóller. Adolfo García (Comunitat Valenciana-Kelme) coronaba con el permiso de un gran grupo estirado. En él, Colom, Reynés y Aitor Osa no perdían detalle, pese a que los escarceos continuaron en el descenso. Era el momento de Bettini y Virenque, pero las alternativas siguieron convirtiéndose en la constante. De hecho, el propio Miquel Alzamora lo probó en compañía de Sánchez, Zárate, Scheuneman, Lotz, Sinewitz y Julià, pero el desenlace fue el habitual.
Pero la primera gran aventura la protagonizó Alberto López (Euskaltel-Euskadi), quien hizo de liebre con Alejandro Valverde, que no se lo pensó y, pese a que Jens Voigt (Team CSC) quería la general, estiró un poco más la carrera. Junto a David Fernández (Costa de Almería-Paternina), el tercer clasificado de la pasada Vuelta a España emprendió la caza del alemán. Camino del Tomir, Voigt no daba su brazo a torcer y Colom apretaba los dientes para devolver al grupo su carácter compacto.