El CB Puig d'en Valls prepara un cambio de aires. La entrada de Fede Marco ha sido la respuesta a los problemas que este año ha arrastrado el primer equipo por la desafortunada política de fichajes de esta temporada y por la falta de acoplamiento del grupo de jugadoras.
El volumen de partidos en la primera vuelta por el interés de luchar en la FIBA Cup -un regalo para la afición, según afirmó la directiva en su momento, que dejó un estrecho margen económico para la plantilla- y el escaso banquillo han sido las claves de una temporada irregular que a punto a estado de costar el descenso a Liga Femenina 2. El bloque resultó insuficiente para afrontar una campaña muy exigente.
La primera víctima de la situación fue Mila Nikolich y, luego, el fichaje de una jugadora renqueante de una rodilla, Olympia Scott, propiciaron la salida de Tito Sobrín del banquillo.La entrada de Fede Marco dio serenidad al juego del PDV y fue un respiro para un vestuario demasiado presionado. En la segunda vuelta, los resultados no fueron mejores pero si el juego del equipo que pareció encontrarse más cómodo.
Las derrotas en casa contra el Estudiantes, el Rivas Futura y el Extrugasa torcieron las aspiraciones de las ibicencas que al final se han salvado por el error del Sedis Cadí en la penúltima jornada de liga.
Así, coincidiendo con la llegada de los partidos claves para conservar la categoría -los cuatro últimos-, Marco quiso dar la baja a Scott y traer una un 'crack' en toda regla como es la WNBA Tangela Smith. La jugadora ha entregado tres partidos solamente, ya que a partir de esta semana se debía integrar a la concentración de la preselección olímpica con la esperanza de ir a Atenas. Cabe destacar la aportación de Arminda Moreno en los últimos encuentros, así como la de Tatum Brown y Sophie Von Saldern. Brown figura entre las tres mejores reboteadoras del torneo. El PDV ha sido discreto en triples, con escaso balance reboteador ofensivo, una baja efectividad en la selección de tiro de dos y muchaspérdidas de balón.