Efe |BAHREIN
El brasileño Rubens Barrichello (que marcó el primer tiempo de
referencia) y su compañero, el séxtuple campeón mundial alemán
Michael Schumacher, confirmaron la hegemonía de Ferrari en la
primera jornada de ensayos para el Gran Premio de Bahrein de
Fórmula Uno, que resultó bastante accidentada. Hubo muchas salidas
de pistas y varios pinchazos -entre ellos el del español Fernando
Alonso (Renault), que es quinto en el mundial de automovilismo y
que logró el noveno mejor tiempo de la jornada- en unos
entrenamientos en los que el peor parado de todos fue el finlandés
Kimi Raikkonen (McLaren Mercedes), que rompió su motor y deberá
cambiarlo, por lo que, según las nuevas reglas instauradas esta
temporada, perderá diez puestos en la formación de salida del
domingo.
Schumacher fue el más rápido en la primera sesión y Barrichello hizo lo propio en la segunda, en la que se mejoraron notablemente los tiempos en un circuito en el que los pilotos rodaron por primera vez y que debuta en el Mundial de F-1, al igual que lo hará en septiembre el de Shangai, que albergará el Gran Premio de China. El colombiano Juan Pablo Montoya (Williams-BMW) fue el único que contestó el dominio de los bólidos rojos y fue el segundo más rápido de la jornada, dejando su mejor crono a tan sólo una milésima del de «Rubinho», que cubrió los 5.417 metros de la recién estrenada pista de Sakhir en un tiempo de un minuto, 31 segundos y 550 milésimas.
El asturiano Fernando Alonso, que dio un total de 33 vueltas a la pista de Bahrein -que estuvo bastante sucia, sobre todo durante la primera de las dos sesiones- rodó en su mejor vuelta a ocho décimas del tiempo de Barrichello y tras el segundo ensayo -en el que rebajó en dos segundos y medio su tiempo- se mostró esperanzado de que su R24 siga mejorando a lo largo del fin de semana. Su compañero de equipo, el italiano Jarno Trulli, se quedó clavado, pero si en un principio parecía que había roto el motor, todo se quedó en un pequeño susto para el equipo que dirige su compatriota Flavio Briatore. Se trataba de un problema de alimentación de gasolina, por lo que el piloto de Pescara no tendrá que efectuar cambios que impliquen penalización alguna. Tampoco Nick Heidfeld (Jordan), que sí averió su propulsor, pero su ingeniero jefe, James Robinson, espera solucionar el problema y que el alemán pueda seguir usándolo durante el resto del gran premio.
La suciedad de una pista construida en mitad del desierto, mayor aún en las escapatorias, provocó que todos aquellos que se salieron de trazada -y más todavía los que se salieran de pista- sufrieran diversos contratiempos. Hubo numerosas 'excursiones', entre ellas la del mismísimo 'Schumi', que había sido el más rápido en la primera sesión, en la que Montoya fue cuarto, a nueve décimas del alemán; y Alonso, decimotercero, a dos segundos y casi siete décimas. También pincharon el escocés David Coulthard (McLaren Mercedes) y el británico Anthony Davidson, el probador de BAR Honda, ambos con neumáticos Michelin, al igual que Alonso. El de Oviedo restó importancia a este detalle, como quedó demostrado después en una inspección de la FIA (federación internacional), que encontró un problema en dos zonas de drenaje de la pista en las que se soltaron trozos de cemento que cortaban los neumáticos.