Luis Villarejo|GUIMARAES
David Albelda dio el susto del día. Una dolencia muscular en el
cuádriceps de la pierna derecha le apartó del partidillo que jugó
España ayer en el estadio Primero de Mayo de Braga. Saltaron las
alarmas de inmediato al no ver a Albelda con el grupo. Iñaki Sáez
dispuso dos equipos, el titular que jugará ante Rusia el sábado y
el suplente, donde Dani Aranzubía ocupó la plaza de Albelda de
improvisado medio centro para cuadrar la alineación.
El portero del Athletic, por cierto, a punto estuvo de batir a su compañero Santi Cañizares, circunstancia que le hubiera convertido sin duda en el hombre del día. No se arrugó el meta del Athletic de Bilbao que se atrevía a pedir siempre el balón a jugones como Xavi o Valerón. Albelda se ejercitó aparte, en la banda, con el preparador físico del equipo nacional, Manuel Delgado Meco, y bajo la atenta mirada de su fisioterapeuta, Juan Angel Ballesteros, el fisio que habitualmente le mima en el Valencia. Según el doctor Genaro Borrás, «Albelda no estuvo con el grupo por precaución» y por tanto su concurso no corre peligro ante Rusia.
Sin embargo, habrá que ver la evolución de una dolencia que se produjo durante la tarde del pasado martes en el ensayo a puerta cerrada que los internacionales llevaron a cabo. Y más teniendo en cuenta la faena que supuso para él otra lesión que le dejó 'tocado' en el Mundial de Corea y Japón.
Sáez sigue sin esconder sus cartas. Lo tiene claro desde hace semanas. La hipotética baja de Albelda sería cubierta por Xabi Alonso, otro protagonista de la jornada tras conocerse ayer que está a punto de ser de forma oficial nuevo jugador del Real Madrid en las próximas horas. Del partido de ayer se desprende que Xabi Alonso va a contar con mayores opciones de suplir a Albelda que Xavi si el valenciano no mejora. En pleno verano, con 32 grados al sol, la selección comenzó a sufrir ya el calor previsto. El entrenamiento estuvo arbitrado por uno de los utilleros de la selección, Jesús de la Cruz, quien pudo observar que pitar no es sencillo y que los jugadores protestan todo. Ahí, en el campo, no hay amigos.
Uno de los argumentos pendientes era comprobar si la tarde de ayer a puerta cerrada había servido para algo. De momento, no hubo suerte. Ni Baraja ni Luque tuvieron fortuna en el lanzamiento de golpes francos al borde del área.
Del once fijo de Sáez, estuvo más fino hoy Raúl Bravo, quien le hizo la vida imposible a Joaquín. Es esta una demarcación en la que Raúl Bravo no se puede dormir, pues Capdevila aprieta y Sáez ya ha advertido que va a haber cambios a lo largo del campeonato.
Llamó la atención en el entrenamiento el carácter de Santiago Cañizares. Sabe su papel de salida en la selección, pero sus gritos de mando, su personalidad se hizo notar y sus voces se escucharon en las gradas de un estadio peculiar, un campo construido íntegramente de piedra.