Efe|LISBOA
La vuelta de Henrik Larsson, uno de los grandes ídolos del país, es
la gran esperanza de la selección sueca para comenzar con buen pie
su participación en la Eurocopa en el enfrentamiento que dirimirá
hoy (20.45 horas) ante la «cenicienta» del grupo C, la selección
búlgara. Larsson, goleador del Celtic de Glasgow, donde milita hace
cuatro temporadas a una media de 29 goles por campaña, decidió
volver a la selección, después de dos años de ausencia, a un mes
del inicio de la Eurocopa. En su primera comparecencia le marcó un
gol a Polonia en un encuentro amistoso la pasada semana (3-1).
El delantero cedió a la presión popular y anunció su regreso al equipo que dirigen los técnicos Soderberg y Lagerback, quienes le consideran una pieza fundamental. Tradicionalmente, Bulgaria no ha sido un rival complicado para los suecos. De sus últimos nueve enfrentamientos, Suecia ha vencido en nueve y en los otros dos se registró un empate. Suecia espera que en Lisboa, Bulgaria tampoco le ponga en excesivo compromiso y de esa forma poder sumar tres puntos siempre cruciales en los primeros envites de campeonatos cortos, en los que no hay mucho tiempo para resarcirse de un tropiezo.
La sociedad que formarán en el ataque Larsson y Zlatan Ibrahimovic, acompañada en el centro del campo por el talento de Fredrik Ljungberg, puede ser letal para los búlgaros. «Todos me han recibido muy bien en el equipo y estoy muy feliz por el retorno. Va a ser una gran experiencia en la que espero no defraudar. Espero hacer muchas cosas más por la selección», manifestó Larsson. Ibrahimovic, jugador del Ajax, también se congratuló de la vuelta de su compañero. «Todos nos hemos alegrado. No sólo él. Ha sido todo el equipo y todo el país, que deseaba su retorno».
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