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Olimpismo

España apunta al cielo

El cuadro de Pesquera derrota a la poderosa Argentina en un último cuarto de lujo y lidera en solitario su grupo

ESPAÑA 87
ARGENTINA 76

ESPAÑA (25+10+23+29): Calderón (17), Navarro (4), Jiménez (2), Gasol (26), Garbajosa (12) -cinco inicial-, Reyes (5), De la Fuente (10), Dueñas (-), Comas (-), Iturbe (11), Fernández (-).

ARGENTINA (18+22+20+16): Sánchez (-), Ginobili (17), Nocioni (8), Wolkowisky (2), Oberto (10) -cinco inicial-, Scola (28), Sconochini (-), Delfino (4), Fernández (-), Montecchia (7) y Gutiérrez (-).

Àrbitros: Voreadis (GRE) y Homsy (CAN). Excluyeron por personales a Oberto (m.35) y Scola (m.40).

Incidencias: encuentro correspondiente a la segunda jornada del torneo olímpico de baloncesto masculino de Atenas 2004 disputado en el Helleniko Sports Complex ante unos 12.500 espectadores.

Jorge Muñoa|ATENAS

El subcampeón de Europa pudo más que el del mundo, España ganó a Argentina, Pau Gasol ganó la partida a Manu Ginobili, el bloque español al albiceleste y la segunda victoria olímpico cayó del lado de la selección peninsular que, además, almacenó una interesante diferencia frente a posibles desempates clasificatorios.

El equipo español arrancó sumido en una ejecución defensiva casi perfecta y con un elevado porcentaje de acierto atacante por medio de Pau Gasol y José Manuel Calderon, protagonista de una excelente fase de dirección en ataque y recuperación en la retaguardia. Sin embargo, la cita apuntaba a una pugna intensa y larga, como así ocurrió. Los ganadores, de hecho, se embolsaron un valioso botín.

La madrugadora solidez de España borró momentáneamente del mapa a la gran amenaza albiceleste, el escolta de los Spurs de San Antonio Manu Ginobili. El ritmo impuesto por la selección española sacó del choque a los suramericanos, desconectados de Ginobili, cuyos dos primeros puntos subieron al tanteador a los nueve minutos (23-14) tras una máxima diferencia de once tantos (23-12).

Argentina atravesaba muchas dificultades para hacer circular balón. Su selección de tiro era correcta, pero le faltaba acierto. La entrada en la recta final del primer cuarto del pívot del Tau Vitoria Luis Scola marcó el principio de la reacción americana.

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